17.) Ya oyeron el Tocar de la Trompeta

En toda la Biblia, las trompetas se usan para anunciar algo de gran importancia. A veces el sonido de la trompeta se usaba para convocar a la gente para que escuchara las instrucciones de Dios o para acudir ante el Señor en santa asamblea. En otras ocasiones era para advertirle a la gente y prepararlos para la batalla en contra del enemigo a las puertas. En todos los casos que se usaban las trompetas, era de gran importancia que la gente oyera las trompetas y las comprendiera y obedeciera.

“Jehová habló a Moisés, diciendo: Hazte dos trompetas de plata; de obra de martillo las harás, las cuales te servirán para convocar la congregación… y cuando las tocaren, toda la congregación se reunirá ante ti a la puerta del tabernáculo...”

“Y los hijos de Aarón, los sacerdotes, tocarán las trompetas; y las tendréis por estatuto perpetuo por vuestras generaciones. Y cuando saliereis a la guerra en vuestra tierra contra el enemigo que os molestare, tocaréis alarma con las trompetas; y seréis recordados por Jehová vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos”. Números 10:1-3, 8, 9.

“El Señor designó a los levitas como la tribu en cuyo medio se debía transportar el arca sagrada. Moisés y Aarón marchaban justo al frente del arca, y los hijos de Aarón los seguían de cerca, cada uno de ellos llevando una trompeta. Debían recibir las instrucciones de Moisés, y comunicarlas al pueblo por medio de las trompetas. Esos instrumentos producían sonidos especiales que el pueblo comprendía, moviéndose entonces en la forma correspondiente… Nadie desconocía lo que debía hacer. Si alguno fallaba en cumplir los requisitos exigidos por el Señor… eran castigados con la muerte… porque… probarían ser ignorantes por voluntad… si no conocían la voluntad de Dios para con ellos, era su propia culpa.” 1T 651.

Obviamente, las trompetas eran de vital importancia para el movimiento y la instrucción del antiguo pueblo de Dios y prestar atención era cosa de vida o muerte para ellos. Debido a que las trompetas son parte de toda la Biblia, y la trompeta final sonará a la venida de Cristo, es igualmente importante para nosotros entender lo que las trompetas significan en nuestro día, pues estamos a punto de la consumación de la historia y la conclusión del gran conflicto entre el bien y el mal.

La primera mención de las trompetas en la Biblia se halla en Éxodo 19:16-19:

“Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento. Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte. Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera. El sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante”.

¡Qué gran escena! ¡El Dios del cielo, el Creador, descendió majestuosamente sobre el Monte Sinaí y le habló a Su pueblo! Desafortunadamente, la decisión que tomaron como resultado del pavor que sintieron los condujo a hacer algo que eventualmente llevaría a sus descendientes a rechazar y matar a Cristo, el Hijo de Dios, quien les había hablado desde la montaña en aquel día.

“Todo el pueblo observaba el estruendo y los relámpagos, y el sonido de la bocina, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos. Y dijeron a Moisés: ‘Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con nosotros, para que no muramos’. Y Moisés respondió al pueblo: ‘No temáis; porque para probaros vino Dios, y para que su temor esté delante de vosotros, para que no pequéis’. Entonces el pueblo estuvo a lo lejos, y Moisés se acercó a la oscuridad en la cual estaba Dios”. Éxodo 20:18-21.

 

En Deuteronomio 5:23-29, Moisés le añade otros detalles importantes a la historia:

“Cuando oyeron la voz proveniente de la oscuridad, cuando la montaña estaba envuelta en llamas, todos los líderes de sus tribus y sus mayores vinieron ante mí. Y dijeron: ‘El Señor nuestro Dios nos ha mostrado Su gloria y majestad y oímos Su voz provenir del fuego. Hoy vimos que un hombre puede vivir incluso si Dios habla con él. Pero ahora, ¿por qué deberíamos morir? Este gran fuego nos consumirá y moriremos si escuchamos un poco más la voz del Señor nuestro Dios. ¿Pues qué mortal que haya oído la voz de Dios hablar desde el fuego como nosotros ha sobrevivido? Acércate y escucha todo lo que el Señor nuestro Dios diga. Entonces dinos lo que el Señor nuestro Dios te diga. Escucharemos y obedeceremos.’”

“‘Y aconteció que cuando vosotros oísteis la voz de en medio de las tinieblas, y visteis al monte que ardía en fuego, vinisteis a mí, todos los príncipes de vuestras tribus, y vuestros ancianos, y dijisteis: He aquí Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que Jehová habla al hombre, y éste aún vive. Ahora, pues, ¿por qué vamos a morir? Porque este gran fuego nos consumirá; si oyéremos otra vez la voz de Jehová nuestro Dios, moriremos. Porque ¿qué es el hombre, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y aún viva? Acércate tú, y oye todas las cosas que dijere Jehová nuestro Dios; y tú nos dirás todo lo que Jehová nuestro Dios te dijere, y nosotros oiremos y haremos’”.

“Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras cuando me hablabais, y me dijo Jehová: ‘He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado; bien está todo lo que han dicho. !!Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!’”

Cuando Cristo oyó la petición de todos los líderes de Israel ese día, revisó la historia para ver los resultados de aquella decisión. Se vio a Sí mismo colgado en aquella cruel cruz, escuchando a los descendientes de esos líderes de Israel pedirle a Pilatos: “¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo! ¡No tenemos otro rey más que César! ¡Que Su sangre caiga sobre nosotros y nuestros hijos!” (Mateo 27:22-25, Juan 19:14-16). Vio la destrucción de Jerusalén y el templo por parte de los romanos en el 70 DC y la sangre de los que se refugiaron en el templo corriendo por sus escaleras. Vio más allá en el futuro y vio la persecución y muerte de millones de judíos durante los siglos venideros. Qué terrible decisión tomaron ese día los líderes de Israel por su miedo a la manifestación visible de la gloria de Dios y a los sonidos de la trompeta la cual los invitaba a una audiencia con el Rey del universo.

En Hebreos 12:14-29, Pablo toca el tema de la santidad que se requiere que el pueblo de Dios tenga para que vean a Dios y lo conecta con la necesidad de purificarse de las raíces del pecado. Entonces, por la inspiración del Espíritu Santo, compara el juicio de Dios al final de los tiempos con la experiencia de los israelitas en el Monte Sinaí:

“Hagan todo esfuerzo posible para vivir en paz con todos los hombres y ser santos, sin santidad nadie verá al Señor. Procuren que nadie pierda la gracia de Dios y que ninguna mala raíz crezca para causar problemas y profanar a muchos… No están frente a una montaña tangible envuelta en llamas, en oscuridad, penumbra y tormenta, frente a un sonar de trompeta o una voz que habla de tal manera que los que la oyeron pidieron que no les hablara más, porque no podían soportar lo que se mandaba… Esta escena fue tan terrible que Moisés dijo: ‘Tiemblo de miedo.’”

“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados… Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más, porque no podían soportar lo que se ordenaba… tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: ‘Estoy espantado y temblando’”

“Sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel”.

“Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles”

“Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor”.

Elena White también hace esta comparación de la experiencia de los israelitas en el Monte Sinaí con el juicio en el fin del mundo:

“Se aproxima el momento en el que Dios se levantará para vindicar su autoridad mancillada. ‘El Señor saldrá de Su lugar para castigar a los habitantes de la Tierra por su iniquidad.’ Isaías 26:21. ‘¿Pero quién podrá resistir el día de Su venida? ¿Y quién permanecerá de pie cuando aparezca? Malaquías 3:2… El pavor del Sinaí era para representarle a la gente las escenas del juicio. El sonido de una trompeta convocaba a Israel para reunirse con Dios. La voz del arcángel y la trompeta de Dios convocarán a toda la Tierra, tanto a los vivos como a los muertos ante la presencia de su Juez. El Padre y el Hijo, asistidos por una multitud de ángeles, estaban presentes sobre la montaña. En el gran día del juicio, Cristo vendrá ‘en la gloria de Su Padre con Sus ángeles.’ Entonces se sentará en el trono de Su gloria y ante Él se reunirán todas las naciones.” PP 339.

 

En la historia bíblica, Dios ha usado el símbolo de las trompetas para darle mensajes de advertencia a Su pueblo y al mundo en general. El alcance de dichos mensajes era llegar a aquellos que se verían afectados por lo que ocurriría. He aquí algunos ejemplos de mensajes de advertencia de las trompetas en las escrituras:

““Vosotros, todos los moradores del mundo y habitantes de la tierra, cuando se levante bandera en los montes, mirad; y cuando se toque trompeta, escuchad.” Isaías 18:3.

“Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta, y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a Jehová en el monte santo, en Jerusalén”. Isaías 27:13.

 “Anunciad en Judá, y proclamad en Jerusalén, y decid: ‘¡Tocad trompeta en la tierra!’; pregonad, juntaos, y decid: ‘¡Reuníos, y entrémonos en las ciudades fortificadas!’. ¡’Alzad bandera en Sion!, ‘huid, no os detengáis!’; porque yo hago venir mal del norte, y quebrantamiento grande.” Jeremías 4:5, 6.

“¿Se tocará la trompeta en la ciudad, y no se alborotará el pueblo? ¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho? Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.” Amós 3:6, 7.

“Jehová el Señor tocará trompeta, e irá entre torbellinos del austro. Jehová de los ejércitos los amparará.” Zacarías 9:14, 15.

Los textos anteriores son una muestra del propósito de las trompetas como se usan en la Biblia. Hay muchos más que consideraremos más adelante en este artículo. El concepto principal que debemos entender es que Dios no hace nada sin revelarles Sus planes a Sus siervos. Quiere que sepamos cuándo está por hacer algo en la Tierra que nos afectará a todos. Quiere que estemos alertas y despiertos no solo para comprender lo que está haciendo o a punto de hacer, sino también para darles el mensaje de advertencia a otros que no comprendan, tanto en la iglesia como en el mundo.

En el mundo antiguo, se escogían atalayas para que estuviesen alertas ante cualquier peligro que podría provenir de los enemigos y para advertirle a la gente por medio de las trompetas y sus voces. La fidelidad de las atalayas era vital para la seguridad de la gente que dependía de ellos. Así que Dios necesita atalayas ahora que se preocupen por Su rebaño y fielmente les adviertan cuando algo en el mundo esté a punto de pasar que afectará a Su pueblo. La llamada de Dios a Ezequiel es un ejemplo de lo que Dios espera de Sus atalayas:

“Y aconteció que al cabo de los siete días vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ‘Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma. Si el justo se apartare de su justicia e hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo delante de él, él morirá, porque tú no le amonestaste; en su pecado morirá, y sus justicias que había hecho no vendrán en memoria; pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si al justo amonestares para que no peque, y no pecare, de cierto vivirá, porque fue amonestado; y tú habrás librado tu alma’”. Ezequiel 3:16-21.

No es sencillo ser atalaya, pues la gente no siempre quiere escuchar las advertencias que los atalayas les dan. La mayoría de la gente quiere permanecer en la complacencia hasta que es demasiado tarde para evitar el desastre. Dios espera que los atalayas lidien con las consecuencias de ser los voceros de Dios, incluso cuando sean rechazados o incluso perseguidos por la gente con que los mandó.

“Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ‘Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y diles: Cuando trajere yo espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra tomare un hombre de su territorio y lo pusiere por atalaya, y él viere venir la espada sobre la tierra, y tocare trompeta y avisare al pueblo, cualquiera que oyere el sonido de la trompeta y no se apercibiere, y viniendo la espada lo hiriere, su sangre será sobre su cabeza…Pero si el atalaya viere venir la espada y no tocare la trompeta, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada, hiriere de él a alguno, éste fue tomado por causa de su pecado, pero demandaré su sangre de mano del atalaya’”. Ezequiel 33:1-6.

Cuando Dios llamó a Ezequiel por primera vez como profeta y atalaya para la casa de Israel, el Señor le advirtió que la gente era rebelde y que no lo escucharía. Sin embargo, Dios le dijo que debía cumplir con su deber y hablarle a la gente ya sea que escucharan o no.

“‘Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a gentes rebeldes que se rebelaron contra mí; ellos y sus padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día. Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor. Acaso ellos escuchen; pero si no escucharen, porque son una casa rebelde, siempre conocerán que hubo profeta entre ellos. Y tú, hijo de hombre, no les temas, ni tengas miedo de sus palabras… no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa rebelde. Les hablarás, pues, mis palabras, escuchen o dejen de escuchar; porque son muy rebeldes.” Ezequiel 2:3-7.

Observen que Dios dice aquí que la nación de Israel ha estado en rebelión y revuelta en Su contra por generaciones. Ya sabemos cómo se rebelaron en Su contra en el desierto cuando escucharon a Dios hablándoles desde el Monte Sinaí. En ese momento los líderes de Israel acudieron a Moisés y dijeron: “Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con nosotros, para que no muramos.” Éxodo 20:19. Escogieron tener un líder humano para poderlo escuchar o rebelarse y desobedecerlo sin pagar con la vida. En la época de Ezequiel, toda la casa de Israel estaba, de acuerdo con Dios, en rebelión y revuelta en Su contra.

¿Pero que tiene esto que ver con los que estén vivos en la última generación justo antes de la venida de Cristo? ¿Hay alguna aplicación específica de las trompetas para nosotros? Para responder esta pregunta, los Adventistas del Séptimo día tienen un llamado muy especial para preparar al mundo para la segunda venida de Cristo. Hemos predicado el mensaje del Santuario y específicamente la aplicación y el significado de la obra de Cristo en el Lugar Santísimo en anticipo del cierre de gracia y el derramamiento de las siete plagas finales sobre la Tierra. Estamos llamados a preparar a un pueblo para que pueda entrar a la tierra celestial de Canaán.

Cuando los israelitas, bajo el liderato de Josué, comenzaron su asalto en la tierra de Canaán, su primera conquista fue la ciudad de Jericó. He aquí las instrucciones que el Señor le dio a Josué para destruir las murallas de Jericó:

“Rodearéis, pues, la ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez; y esto haréis durante seis días. Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las bocinas. Y cuando toquen prolongadamente el cuerno de carnero, así que oigáis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritará a gran voz, y el muro de la ciudad caerá; entonces subirá el pueblo, cada uno derecho hacia adelante.” Josué 6:3-5.

Creo que hay significado en este prototipo del Israel espiritual a medida que nos acercamos al momento en que seremos rescatados de este mundo para entrar al Canaán celestial. Para el Israel de la antigüedad hubo un período de siete días en el que marcharon alrededor de las murallas de Jericó tocando las trompetas una vez al día. En el último día, marcharon alrededor de la ciudad siete veces tocando las trompetas y cuando la gente gritó, las murallas cayeron.

Observen cuán cuidadosamente Dios preservó las elecciones individuales de la gente dentro de las murallas de Jericó. Rahab y su familia se salvaron porque escucharon las advertencias de los dos espías antes de la captura de la ciudad. Así mismo Dios quiere salvar a todos los que escuchen las advertencias que el pueblo de Dios hace bajo la prédica de la lluvia tardía antes del cierre de gracia y no haya más oportunidad de salvación para los que se negaron a responder al último llamado.

¿Pero  también hay advertencias enviadas por Dios a la gente de todo el mundo para que las escuchen y tengan una oportunidad de buscar la verdad y prepararse para ser parte del remanente de Dios durante el tiempo de tribulación? Creo que sí. Dios ve a la gente de corazón honesta que respondería desde cualquier lugar del mundo si tuviesen la oportunidad de conocer la verdad para nuestro tiempo. Estos son los que quiere sacar del mundo para que se unan al pueblo de Dios y estén a salvo cuando las ciudades de las naciones caigan. Para comprender mejor el último llamado de Dios al mundo, debemos entender el significado de las siete trompetas del Apocalipsis.

Cristo dijo que la última trompeta sonaría en el día de Su venida.

“En aquel tiempo la señal del Hijo del Hombre aparecerá en el cielo y todas las naciones de la Tierra se lamentarán. Verán al Hijo del Hombre descender en las nubes del cielo con poder y gran gloria y Él enviará a Sus ángeles con un fuerte toque de trompeta y reunirán a Sus elegidos desde los cuatro vientos, de un extremo de los cielos hasta el otro.”

“Ahora aprende esta lección de la higuera. Apenas sus ramas se vuelven tiernas y sus hojas salen, sabes que el verano está cerca. Así mismo, cuando veas todas estas cosas, sabrás que está cerca, a las puertas. De cierto te digo, esta generación no pasará hasta que todas estas cosas hayan ocurrido.”

 

Pablo también afirma que la última trompeta sonará a la venida de Cristo:

“He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.” 1ra. Corintios 15:51, 2.

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”. 1ra. Tesalonicenses 4:16, 17.

 

Ahora que sabemos lo que es la última o séptima trompeta, podemos volver a estudiar las primeras seis trompetas las cuales nos llevarán al cierre de gracia. Definitivamente hay trompetas que sonarán en los últimos tiempos para la iglesia y el mundo. Todo el libro de Joel debería estudiarse por su aplicación para los que vivan al final de los tiempos. Citaré solo unos cuantos pasajes, con los respectivos comentarios de Elena White.

“Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano. Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás.” Joel 2:1, 2.

“Toquen la trompeta en Sión, suenen la alarma en la montaña sagrada. Reúnan a las huestes del Señor, con corazones santificados, para que escuchen lo que el Señor le ditá a Su pueblo, pues le aumentó la luz a todo el que escuche. Que se armen y equipen y vengan a la batalla – para ayudar al Señor en contra de los poderosos.” TM 410.

“Proclamad esto entre las naciones, proclamad guerra, despertad a los valientes, acérquense, vengan todos los hombres de guerra… Despiértense las naciones, y suban al valle de Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las naciones de alrededor. Echad la hoz, porque la mies está ya madura… Muchos pueblos en el valle de la decisión; porque cercano está el día de Jehová en el valle de la decisión.” Joel 3:9-14.

“Los peligros de los últimos días están sobre nosotros y en nuestro trabajo debemos advertirle a la gente el peligro que corren. Que las escenas solemnes que las profecías han revelado pasen desapercibidas. Si nuestra gente está medio despierta, si se dieran cuenta de la cercanía de los eventos descritos en Apocalipsis, una reforma se forjaría en nuestras iglesias y muchos más creerían el mensaje.” Ev. 195.

“Eventos solemnes están por ocurrir ante nosotros. Trompeta tras trompeta debe sonar aún, cáliz tras cáliz deben derramarse uno tras el otro sobre los habitantes de la Tierra. Escenas de estupendo interés están justo sobre nosotros.” 7BC 982.

¿Están los atalayas de la iglesia atentos ante los eventos del mundo que nos anuncian que Cristo viene pronto? ¿O estamos en tan tibia condición que apenas nos damos cuenta de los grandes cambios que están ocurriendo a nuestro alrededor? Las siete trompetas del Apocalipsis están escritas en la Biblia para describirle a la última generación los eventos que nos conducirán a la segunda venida de Cristo.

La revelación de las siete trompetas se halla en Apocalipsis capítulos del nueve al once. Pero para comprender el significado del orden que tienen, debemos volver a los capítulos anteriores. Todo el Apocalipsis es una carta de amor de Cristo a Su pueblo, mostrando lo que Él haría desde el momento que ascendió al cielo y comenzó Su ministerio en el Santuario celestial, hasta la culminación de Su obra allí. Entonces revela los eventos al final del milenio y el establecimiento de Su reino con Sus santos purificados que vivirán y reinarán a Su lado para siempre.

Mucha gente considera el libro del Apocalipsis como misterioso y difícil de comprender. Esto es debido a que solo lo entienden los que estén pasando por la experiencia que el libro revela y estén abiertos a la guía del Espíritu Santo para ayudarlos a aplicar las palabras a su propia experiencia. Por ejemplo, las instrucciones y consejos contenidos en las cartas de las siete iglesias a las siete iglesias fueron entendidos por los que estaban abiertos a la guía del Espíritu Santo mientras experimentaban lo que estaba escrito para ese momento particular de la historia. Así, el libro del Apocalipsis es dinámico, siempre incrementando la luz e instrucciones de Cristo a medida que avanzamos a través de los eventos predichos en la Biblia, especialmente en el Apocalipsis. Conforme a esto, la gran medida de luz y entendimiento será brindada al pueblo de Dios que experimente los eventos finales de la historia terrestre.

“En los anales de la historia humana, el crecimiento de las naciones, el levantamiento y la caída de los imperios, parecen depender de la voluntad y las proezas del hombre. Los sucesos parecen ser determinados, en gran parte, por su poder, su ambición o su capricho. Pero en la Palabra de Dios se descorre el velo, y contemplamos detrás, encima y entre la trama y la urdimbre de los intereses, las pasiones y el poder de los hombres, los agentes del Ser misericordioso, que ejecutan silenciosa y pacientemente los consejos de la voluntad de Dios.” PK 499, 500.

“Estamos frente a grandes y solemnes eventos. Muchas de las profecías están por cumplirse en rápida sucesión. Cada elemento de poder está a punto de ponerse en marcha. La historia se repetirá, viejos conflictos cobrarán vida una vez más y el peligro acechará al pueblo de Dios por todos lados. La intensidad está atenazando a la familia humana. Está permeando todo en la Tierra…”

“Estudien el Apocalipsis en conjunto con Daniel, pues la historia se repetirá…”

“Hay ángeles que desean ver las verdades que son reveladas al pueblo que con corazón arrepentido está en búsqueda de la palabra de Dios y ora por mayores longitudes, anchuras, profundidades y alturas de conocimiento que solo Él puede dar.” TM 116.

“Se considera que todos estos registros del pasado tienen un nuevo significado y a través de ellos se brinda una luz para el futuro, alumbrando el camino de aquellos, que como los reformadores del pasado, serán llamados, incluso a todo riesgo, a dar testificar la palabra de Dios y por el testimonio de Jesucristo.” GC 12.

“En el gran conflicto final, Satanás empleará la misma política, manifestará el mismo espíritu y obrará para el mismo fin que en el pasado. Lo que fue será, salvo la venidera lucha que tendrá una terrible intensidad como el mundo jamás vio.” GC 11.

“Cada uno de los antiguos profetas habló menos de su propia época que de la nuestra, así que su prédica está vigente para nosotros. La Biblia ha acumulado y vendado sus tesoros para la última generación. Todos los grandes eventos y solemnes transacciones de la historia del Antiguo Testamento, estuvieron y estarán repitiéndose en estos últimos días.” 3SM 338, 9.

 

Esto significa que si no buscamos la palabra de Dios a diario y pedimos una mayor luz de las escrituras en lo relativo a las cosas que están ocurriendo en el mundo hoy, podemos no darnos cuenta de las señales que Dios nos manda para indicarnos nuestra posición en el tiempo y en los eventos predichos para llevarnos al fin de la historia. Es imperativo para nuestro propio bien, el de la iglesia y el del mundo que las advertencias que Dios manda se interpreten correctamente, pues estén seguros que Satanás también lo hará para que se adapten a sus propios fines. Debemos estar despiertos y alerta para no permitirle que nos gane terreno como resultado de nuestro letargo o duda acera de tocar claramente la trompeta para que todos la oigan.

“Toquen la trompeta en Sión, suenen la alarma en la montaña santa. Reúnan las huestes del Señor, con corazones santificados, para que escuchen lo que el Señor le dirá a Su pueblo, pues Él tiene luz aumentada para todo el que escuche. Que se armen y equipen y acudan a la batalla – para ayudar al Señor en contra de los poderosos.” TM 410.

“Mientras el mundo entero está sumergido en las tinieblas, habrá una luz en cada santo. Recibirán la primera luz de Su segunda venida.” COL 420.

“Cada estrella brillante que Dios colocó en los cielos obedece Su mandato y da su distintiva medida de luz para embellecer los cielos por la noche, así que dejen que cada alma convertida muestre la medida de luz que se le confirió y mientras la porte se hará cada vez más brillante. Brinda tu luz… ofrece tus rayos que reflejas del cielo. ‘Oh hija de Sión, álzate, brilla, porque tu luz llegó y la gloria del Señor se ha levantado sobre ti.’” 4BC 1153.

¿Qué bien representaría para Dios tocar Su trompeta para llamar al mundo y advertirle que se prepare para Su venida si Su pueblo no interpretase el significado de estas cosas para aquellos que no entienden los mensajes que Dios manda? De seguro el diablo aprovechará el silencio y usará el tiempo para tomar ventaja y avanzar hacia sus propias metas y envolver al mundo con engaños.

“El Señor envía al pueblo una verdad especial para la situación en que se encuentra. ¿Quién se atreverá a publicarla? El manda a sus siervos a que dirijan al mundo el último llamamiento de la misericordia divina. No pueden callar sin peligro de sus almas. Los embajadores de Cristo no tienen por qué preocuparse de las consecuencias. Deben cumplir con su deber y dejar a Dios los resultados.” GC 609, 10.

“Cuando el atalaya, viendo acercarse a la espada, toque la trompeta de cierto modo… todos tendrán la oportunidad de prepararse para el conflicto. Pero muy a menudo el líder ha dudado, como diciendo: ‘No nos apresuremos. Puede ser un error. Debemos tener cuidado de no dar una falsa alarma.’ La mera duda e incertidumbre de su parte grita: ‘Paz y seguridad. No nos emocionemos. No nos alarmemos’… Así, está virtualmente rechazando el mensaje que Dios envió y la advertencia que debía remover la iglesia no cumple con su cometido. La trompeta del atalaya no suena de cierto modo y el pueblo no se prepara para la batalla. Que el atalaya esté atento, para que no se pierda ningún alma como consecuencia de la duda y la demora y no sea así responsable de esa sangre.” 5T 715, 16.

Aunque Elena White escribió estas palabras hace cuatro generaciones, tienen tanta o más vigencia para la iglesia de hoy y para cada uno de nosotros individualmente, a medida que vemos las cosas trascendentales que están ocurriendo en el mundo y en la comunidad Cristiana. Nadie puede negar con lógica que llegamos a una crisis de tremendas proporciones. La pregunta que debemos hacernos es: ¿Qué significan estas cosas y si hay alguna manera para que entendamos desde un punto de vista profético lo que Dios quiere decirle a la iglesia y a la gente del mundo por medio de las cosas que está dejando que ocurran?

 

Desde la llegada del nuevo siglo, hemos experimentado una serie de eventos que le ha causado al mundo un nuevo sentido de crisis y alarma. Para ser breves, citaré del Hope Channel Bulletin de Agosto de 2009:

“La última década fue traumática. Una crisis tras otra perturbó nuestra paz y seguridad. Primero, fueron los ataques terroristas del 11 de Septiembre de 2001. Luego en 2005, la temporada de huracanes más devastadora de la que se tiene registro arrasó con Nueva Orleans y tantas otras ciudades. Después, la burbuja estalló impactando toda la economía.”

“Más recientemente, instituciones financieras colapsaron, el mercado de valores cayó y los negocios y empresas luchan por mantenerse a flote. La caída acumulada es devastadora. Millones están desempleados, sin hogar ni esperanza.”

“Nuestro mundo está atravesando un cambio de proporciones proféticas. Los líderes mundiales reconocen que algo inusual está pasando. Gordon Brown, el Primer Ministro del Reino Unido dijo recientemente: ‘Los historiadores verán esto y dirán que no era un momento ordinario, sino un período definitivo y sin precedentes de cambios globales y una época donde un capítulo terminó y otro comenzó.’”

“Lo que el Sr. Gordon tal vez no pueda apreciar es que este nuevo capítulo que ha comenzado se halla en Apocalipsis 13. Allí se predice una época de crisis mundial que llevará a la iglesia y al estado a contraer un fatídico matrimonio.”

“Hoy compartiremos con ustedes cómo el papa, los Estados Unidos y otros líderes mundiales se están alineando para cumplir en nuestros días estas antiguas profecías.”

 

Diez años han pasado desde que se escribió este boletín. Podemos ver las señales de los tiempos y debemos continuar activos al acercarse la venida de Cristo. Nuestra entrada al reino de los cielos se ha demorado durante mucho tiempo y no podemos permitir que se prolongue más mientras las advertencias de las trompetas de Dios están resonando por todo el mundo.

Tal vez el evento mundial más significativo que ha ocurrido desde las tragedias mencionadas en el Hope Channel Bulletin es la visita del papa a los Estados Unidos en septiembre de 2015, cuando se dirigió a nuestro Congreso y también a las Naciones Unidas y presentó su encíclica “Laudato si”, que fue aceptada por ambas instituciones. Dentro de esa encíclica está el programa del diablo para introducir la ley dominical bajo el disfraz del cambio climático y salvar al planeta.

“El domingo, nuestra participación en la Eucaristía tiene una importancia especial. El domingo, al igual que el Sábado judío debe ser un día que sane nuestras relaciones con Dios, con nosotros mismos y con el prójimo… De este modo, la espiritualidad Cristiana incorpora el valor de la relajación y la festividad. Tendemos a menospreciar el descanso como algo improductivo e innecesario, pero tiene que ver con lo más importante del trabajo: Su significado… La ley del descanso semanal prohibía trabajar el séptimo día, ‘de modo que tu buey y tu burro puedan descansar así como el hijo de tu sierva y el forastero puedan refrescarse’. Éxodo 23:12. El descanso abre nuestros ojos al panorama mayor y nos da una sensibilidad renovada ante los derechos de los demás. Y así, el día de descanso, enfocado en la Eucaristía, brinda su luz toda la semana y nos motiva a una mayor preocupación por la naturaleza y los pobres.” Laudato si, sección 237.

Cuán cuidadosamente planeadas están las palabras y conceptos de la encíclica papal al transferir las instrucciones de Dios relativas al Sábado al domingo y dando sus brillantes palabras de aprobación basándose en reunir a la humanidad por el amor al prójimo y preocupación por la naturaleza. Toda la encíclica hace énfasis que esto es la voluntad de Dios y es esencial para salvar al planeta. Pero el verdadero pueblo de Dios no será engañado. Ya hemos sido advertidos que tal condición en la sociedad será precipitada por la obra de Satanás mediante la iglesia Católica, seguida por sus hijas Protestantes.

“Mientras el mundo Protestante está haciéndole concesiones a Roma con su actitud, despertemos para comprender la situación y ver el asunto ante nosotros en su verdadera magnitud. Que los atalayas levanten sus voces ahora y den el mensaje que es la verdad presente de este tiempo. Mostrémosle a la gente dónde nos encontramos en la historia profética y busquemos azorar el espíritu del verdadero Protestantismo, llevando al mundo a percibir el valor de los privilegios de la libertad de culto disfrutados por tanto tiempo.

“Dios nos llama a despertar, pues el fin se acerca. Cada hora que se va es una de actividad en las cortes celestiales para preparar a un pueblo en la Tierra para que represente un rol en las grandes escenas que pronto se desarrollarán a nuestro alrededor.” 5T 716.

¡Estas instrucciones de los escritos de Elena White fueron claramente escritas para nuestro momento histórico!

Recuerdo bastante bien aquel terrible día de septiembre del 2001, cuando vi las impactantes imágenes del ataque a las torres gemelas de la ciudad de Nueva York. El Presidente Bush declaró algo que fue verdaderamente profético. Dijo: ‘Ahora estamos en guerra. Las cosas no volverán a ser iguales.’ El anunciante lo llamó ‘una guerra santa’ entre las tres grandes religiones del mundo: El Cristianismo, el Judaísmo y el Islam.

Saqué el volumen nueve de los Testimonios del estante y lo abrí en el primer capítulo, bajo el título “La Crisis Final” y comencé a leer:

“Estamos viviendo en el tiempo del fin. El presto cumplimiento de las señales de los tiempos proclama la inminencia de la venida de nuestro Señor. La época en que vivimos es importante y solemne. El Espíritu de Dios se está retirando gradual pero ciertamente de la tierra. Ya están cayendo juicios y plagas sobre los que menosprecian la gracia de Dios. Las calamidades en tierra y mar, la inestabilidad social, las amenazas de guerra, como portentosos presagios, anuncian la proximidad de acontecimientos de la mayor gravedad”.

“Las agencias del mal se coligan y combinan fuerzas para la gran crisis final. Grandes cambios están apunto de producirse en el mundo, y los movimientos finales serán rápidos.” 9T 11.

 

Al pasar la página, encontré lo que buscaba:

“Estando en Nueva York en cierta ocasión, se me hizo contemplar una noche los edificios que, piso tras piso, se elevaban hacia el cielo. Esos inmuebles que eran la gloria de sus propietarios y constructores eran garantizados incombustibles. Se elevaban siempre más alto y los materiales más costosos…”

“La siguiente escena que pasó delante de mí fue una alarma de incendio. Los hombres miraban esos altos edificios, reputados incombustibles, y decían: ‘Están perfectamente seguros’. Pero esos edificios fueron consumidos como si hubieran sido de brea. Las bombas contra incendio no pudieron impedir su destrucción…”

“Me fue dicho que cuando llegue el día del Señor, si no ocurre algún cambio en el corazón de ciertos hombres orgullosos y llenos de ambición, ellos comprobarán que la mano otrora poderosa para salvar, lo será igualmente para destruir. Ninguna fuerza terrenal puede detener la mano de Dios. No hay materiales capaces de preservar un edificio de lamina cuando llegue el tiempo fijado por Dios para castigar el desconocimiento de sus leyes y el egoísmo de los ambiciosos”. 9T 12, 13.

Después de leer las varias citas de la Escritura describiendo la condición del mundo y su gente al final de los tiempos, me impactó esta cita de Jeremías 4:19:

“Me duelen las fibras de mi corazón.. no callaré; porque sonido de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra.”

 

Tomé mi Biblia y la abrí en Jeremías 4:5-13:

“Anunciad en Judá, y proclamad en Jerusalén, y decid: ¡Tocad trompeta en la tierra!... porque yo hago venir mal del norte, y quebrantamiento grande. El león sube de la espesura, y el destruidor de naciones está en marcha, y ha salido de su lugar para poner tu tierra en desolación... Viento más vehemente que este vendrá a mí; y ahora yo pronunciaré juicios contra ellos”.

“He aquí que subirá como nube, y su carro como torbellino; más ligeros son sus caballos que las águilas. ¡Ay de nosotros!, ¡porque entregados somos a despojo!”.

Si bien no creo que Jeremías haya visto aviones estrellándose en nuestras torres neoyorquinas, sí creo que Dios tiene la sabiduría y la previsión de mirar en el futuro e inspirar a Sus profetas a plasmar en las escrituras lo que le servirá a Su pueblo en cualquier punto de la historia. De hecho, Elena White indica que toda la Biblia fue escrita específicamente para la generación final.

“Se considera que todos estos registros del pasado tienen un nuevo significado y a través de ellos se da una luz acerca del futuro, iluminando el camino de los que como los reformadores del pasado, serán llamados, incluso a cualquier riesgo a testificar por la palabra de Dios y por el testimonio de Jesucristo.” GC 12.

“Cada uno de los antiguos profetas no habló tanto de su propio momento histórico para de manera que su prédica estuviera vigente para nosotros. La Biblia ha acumulado y vendado sus tesoros para la última generación. Todos los grandes eventos y solemnes transacciones de la historia del Antiguo Testamento estuvieron y estarán repitiéndose en esta generación final.” 3SM 338, 9.

 

Por tanto, mientras más nos aproximemos al fin de la historia terrestre, más podremos esperar ver la luz de las escrituras brillar para guiarnos en nuestro camino al reino. Lo mismo aplica a los escritos de Elena White. Ella y su generación esperaban y creían que Cristo vendría en sus días. Pero si bien eso no ocurrió, Dios la inspiró a escribir las mismas cosas que aplican para nosotros ahora. Hay una luz brillando desde el cielo en cada página de sus escritos inspirados. Tomémoslos de corazón y dejemos que sean una guía segura para nosotros en los días difíciles que experimentaremos, tanto ahora como en el futuro.

Creo que es significativo que la caída de las torres neoyorquinas, como se describe en el volumen nueve de Testimonios, esté bajo el título “La Crisis Final.” De hecho es el primer evento que se menciona, lo cual parece indicar que es de vital importancia en la cuenta regresiva de los eventos finales que nos acercarán al final de la historia terrestre y la segunda venida de Cristo.

“Dios no puede tener paciencia por mucho más tiempo. Sus juicios ya comienzan a caer en algunos lugares, y pronto su desagrado se manifestará abiertamente en otros sitios”.

“Habrá una serie de acontecimientos que tendrán por objeto mostrar que Dios domina la situación. La verdad será proclamada en un lenguaje claro e inequívoco... Merced a las maravillosas operaciones de la Providencia divina, montañas de dificultades serán removidas y arrojadas al mar. El mensaje, que tanto significa para todos los habitantes de la tierra, será oído y comprendido... La obra progresará más y más hasta que la tierra entera sea amonestada; y entonces vendrá el fin.” 9T 96.

“A medida que el tiempo transcurre se hace cada vez más evidente que los juicios de Dios están en el mundo. Por medio de incendios, inundaciones y terremotos, Dios anuncia la proximidad de su venida a los habitantes de la tierra… Los juicios se presentarán en rápida sucesión: incendios, inundaciones y terremotos, con guerra y derramamiento de sangre”.

“¡Oh, si tan sólo el mundo pudiera conocer el tiempo de su visitación!... El tiempo de los juicios destructores divinos es tiempo de gracia para quienes no han tenido oportunidad de conocer la verdad. El Señor los mirará con amor. Su corazón compasivo se conmueve; su brazo está todavía extendido para salvar, mientras que la puerta ya se cierra sobre aquellos que rehusaron entrar”.

“La misericordia de Dios se manifiesta en su paciente clemencia. Está reteniendo sus juicios para que el mensaje de amonestación llegue a todos.” 9T 97

“Eventos solemnes están por ocurrir. Trompeta tras trompeta sonará, cáliz tras cáliz será derramado en sucesión sobre los habitantes de la Tierra. Escenas de gran interés están justo sobre nosotros.” 7BC 982.

Sería bueno entonces examinar los eventos significativos que ocurrieron desde la caída de las torres gemelas que nos han conducido al día de hoy:

 

1)  La caída de las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001. Esto es importante porque fue el primer ataque en los Estados Unidos continentales por parte de otro país.

2)  Desastres naturales como el gran tsunami del 25 de diciembre de 2004, los huracanes Katrina y Rita en la primavera del 2005.

3)  La caída de la economía el 14 y 15 de septiembre del 2008.

4)  Tres años y medio de auge papal al poder y el énfasis en la importancia del domingo, comenzando con el día de la familia del papa Benedicto en mayo/junio del 2012 y culminando con la visita del papa Francisco a Estados Unidos del 22 al 26 de septiembre de 2015.

5)  Sesenta millones de emigrantes musulmanes en todo el mundo, sirios en su mayoría. Reporte especial de la revista Time del 19 de octubre de 2015.

6)  Aumento de patrones climáticos inusuales por todo el mundo y del movimiento del cambio climático para influir sobre los gobiernos para que hagan algo para detener la amenaza al ambiente supuestamente causada por la tecnología moderna, de acuerdo con la encíclica del papa Francisco “Laudato si”.

Nota: Estos eventos han ocurrido en intervalos de aproximadamente tres años y medio, en primavera o en otoño del respectivo año.

 

Y ahora:

“El Vaticano hizo una audaz propuesta sin precedente para la ‘solidaridad universal’ y la unidad religiosa. El papa Francisco le hizo una invitación a los líderes religiosos, académicos y políticos a Roma (el 14 de mayo de 2020) para firmar ‘un pacto global’ buscando educar al mundo con el nuevo humanismo – basado en las encíclicas y tradiciones vaticanas diseñadas para promover la santidad dominical a través del ambientalismo.” Hechos Sorprendentes. Octubre del 2019.

¿No es momento que nosotros como iglesia despertemos al oír las trompetas sonando alrededor del mundo? Dios quiere que Sus atalayas estén despiertos e interpreten correctamente los eventos para que todos escuchen y los guíen al lugar seguro de Su Santuario. Para hacer esto, debemos volver a la interpretación original que nuestros pioneros tenían acerca las siete trompetas de Apocalipsis 9-11. A continuación un breve vistazo:

Las primeras cuatro trompetas trataban la caída de Roma en cuatro etapas por las tribus bárbaras que atacaron sucesivamente por mar y tierra. Con la extinción de la Roma occidental, el último de sus emperadores reinó. En la historia profética, la caída de la Roma pagana dio paso al auge del papado y la Roma papal.

Las últimas tres trompetas son lamentos. La quinta trompeta describe que un poder adicional se le dio al diablo para acosar a la gente de la Tierra, con la excepción del pueblo de Dios que está sellado. La mayoría de los expositores Protestantes consideran que las langostas de la quinta y sexta trompeta representan las hordas musulmanas que arrasaron Europa en la edad oscura.

El séptimo ángel (Apocalipsis 11:15) marca el comienzo del tercer lamento. Los Adventistas del Séptimo día fechan su comienzo en 1844, cuando Cristo pasó a la segunda habitación del Santuario celestial y comenzó la obra de juicio. Aquí es donde recupera los reinos de la Tierra y se prepara para reinar por toda la eternidad.

Cuatro generaciones pasaron desde que nuestros antepasados valientemente predicaron por todo el mundo el mensaje de la pronta venida de Cristo. Ahora están durmiendo, esperando que llevemos la antorcha de la verdad hasta el final. Desafortunadamente, muchos se cansaron de velar y se volcaron a las atracciones del mundo. Algunos perdieron su fervor en el mensaje Adventista y están buscando caminos más fáciles que transitar. Pero hay un sólido núcleo de creyentes que ven las señales de la pronta venida de Cristo y están dispuestos a tomar la cruz y cargarla valientemente hasta que la obra en la Tierra culmine. Estos son los fieles atalayas a quienes Dios puede usar para tocar la trompeta para la generación final.

Algunos se preguntan: ¿Por qué necesitamos repetir las siete trompetas del Apocalipsis? ¿No nos basta la interpretación original de las trompetas para llegar hasta el final? A esto le respondo que no. La mayoría de la gente o no sabe nada de las siete trompetas del pasado o las ven como irrelevantes para nosotros hoy en día. Pero de hecho hay una muy importante correlación entre las trompetas del pasado y las que resuenan por todo el mundo actualmente. He aquí una lista de razones por las que las siete trompetas resuenan de nuevo hoy en día.

Las trompetas son advertencias que anuncian la caída de una nación cuando se cerró la gracia. Dios le da a cada nación un tiempo para probar si seguirán Sus principios o no. La nación de Roma cayó en cuatro etapas desde el primer ataque que vivió hasta que su gobierno colapsó. Como resultado de la caída de la Roma pagana, la Roma papal llegó al poder. Satanás es un oportunista. Espera hasta que la fuerza de una nación esté desmoralizada y débil por el rechazo a los principios de Dios y luego se mueve para establecer los suyos propios.

“Dios le da a las naciones cierto período de gracia. Les da luz y evidencia que de ser recibida, los salvará, pero de ser rechazada, tal como lo hicieron los judíos, la indignación y el castigo caerán sobre ellos.” 4BC 1143.

“Con infalible precisión, el Eterno aún le lleva la cuenta a las naciones. Mientras su misericordia contenga llamados al arrepentimiento, la cuenta permanece abierta, pero cuando las cifras alcancen cierta cantidad establecida por Dios, el ministerio de Su ira comienza. Se cierra la cuenta. La paciencia Divina se acaba. Ya no cuentan con la misericordia.” PK 364.

En las trompetas históricas, Roma cayó y el papado tomó el poder y persiguió a la iglesia de Dios y a Su pueblo durante 1260 años hasta que el papa fue hecho prisionero en 1798 y su poder fue despojado. La libertad de culto fue entonces establecida, lo que pavimentó el camino para el descubrimiento y pregón del mensaje del juicio que se le reveló a nuestros antepasados en 1844. (Daniel 7:7-27). Pero la profecía nos dice que todo se repetirá y que el papado se levantará de nuevo al final de los tiempos. Esta vez la nación que Satanás usará es Estados Unidos, como la bestia similar a un cordero de Apocalipsis 13, que le dará poder a la bestia y su imagen y perseguirán al pueblo de Dios una vez más hasta que suene la última trompeta a la venida de Cristo.

“Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo...  Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia… Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.”

 

“Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió. Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.” Apocalipsis 13:1-3; 8, 11-17.

 

Históricamente, cuando Roma cayó, el papado surgió y tuvo poder sobre la Tierra. En Apocalipsis 13 vemos el mismo patrón, pero esta vez es la caída moral de los Estados Unidos lo que le da el poder a la bestia. Dios levantó a Estados Unidos para tragarse la inundación de la persecución que tenía el papado en Europa. Pero esta profecía indica que Estados Unidos caerá de su destino dado por Dios como protector de la libertad y se convertirá en la nación que le dé al papado el poder para perseguir una vez más al pueblo de Dios. Por esto es que Dios está resonando las trompetas para nuestra generación. Cada trompeta es un juicio de advertencia en contra de esta nación que una vez fue el refugio para que la Cristiandad floreciera. Ahora se inclina públicamente ante la tentadora serpiente de la influencia y liderazgo papal sobre el mundo.

Ahora veamos más de cerca las siete trompetas de Apocalipsis 9-11. Las siete trompetas son en preparación del séptimo sello. Los primeros seis sellos están en el capítulo 6 y nos llevan por la experiencia de la iglesia Cristiana desde el momento en que Cristo ascendió de vuelta al cielo hasta Su segunda venida. El capítulo 7, combinado con el 14, revela la identidad del remanente purificado del pueblo de Dios en la generación final – los 144.000 – quienes están sellados y listos a ser traspuestos cuando Él venga.

“Los que sigan hasta el fin, soporten las pruebas y venzan al precio que sea, siguieron el consejo del Testigo Fiel y recibirán la lluvia tardía y así serán aptos para ser traspuestos.” 1T 187.

La gran multitud de los salvados de todos los tiempos también se presenta en el capítulo 7.

“La felicidad del cielo consistirá en la comunión pura de los seres santos, la armoniosa vida social con los ángeles benditos y con los redimidos que lavaron sus túnicas y las blanquearon con la sangre del Cordero.” 4T 71, 2.

 

El capítulo 8 comienza con la apertura del séptimo sello:

“Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas”. Apocalipsis 8:1, 2.

Solo hay dos referencias en el Espíritu de Profecía de silencio en el cielo. Una fue en la escena de la crucifixión (DA 683) y la otra será cuando Cristo vuelva (EW 15, 16). Algunos expositores creen que este silencio es un silencio reverencial de admiración que ocurrirá en la Tierra como resultado del sonar de las siete trompetas. Esta es la posición que abordaré en este artículo.

Todavía hay una escena más en el cielo antes que los siete ángeles comiencen a tocar sus trompetas que es vital para la comprensión del propósito de los mensajes que traerán desde el cielo para la gente de la Tierra.

 

““Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto. Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.” Apocalipsis 8:3-6.

Algunos creen que este ángel representa a Cristo cuando deja caer el incensario al cerrarse la gracia. Me gustaría presentar evidencia escritural de otro modo de ver estos textos. En Apocalipsis 14:14-19, hay un pasaje de escritura que describe la siega de la cosecha de la Tierra justo antes del cierre de gracia y se liberen las siete plagas finales.

“Vi y delante de mí había una nube blanca y sentado sobre la nube había uno como (el) hijo de hombre con una corona de oro sobre su cabeza y una hoz afilada en su mano. Entonces otro ángel salió del templo y le dijo con voz fuerte al que estaba sentado sobre la nube: ‘Toma tu hoz y siega, porque el momento ha llegado, pues la cosecha de la Tierra está madura’. Así que el que estaba sentado sobre la nube blandió su hoz sobre la Tierra y la Tierra fue segada.”

“Otro ángel salió del templo del cielo y también tenía una hoz afilada. Aun así, otro ángel, que estaba a cargo del fuego, vino del altar y le dijo con voz fuerte al que tenía la hoz afilada: ‘Toma tu hoz y recoge los racimos de uvas de las viñas de la Tierra, porque sus uvas están maduras. El ángel blandió su hoz sobre la Tierra, recogió sus uvas y las lanzó a la gran prensa de uvas de la ira de Dios.” (Observen que el ángel que estaba a cargo del fuego del altar no era Cristo).

Esta escena celestial muestra que justo antes del cierre de gracia y que ocurran las últimas siete plagas, habrá actividad en la habitación del trono en el cielo que resultará en la siega de la cosecha de la Tierra, incluyendo tanto a justos como a inicuos. Creo que la función de las siete trompetas es hacer que todos en la Tierra tomen una decisión final concerniente a su destino eterno. Su propósito es madurar a la gente del mundo para la cosecha, en respuesta a las oraciones de los justos a lo largo de los siglos, para hacer justicia por su sufrimiento y retribuirle a sus enemigos. (Ver Apocalipsis 6:9-11).

El fuego del altar que fue arrojado a la Tierra en Apocalipsis 8:5 es también un hecho que significa los juicios venideros. Su contraparte se halla en Ezequiel 10:1, 2 como señal que el Espíritu Santo estaba por retirarse del templo.

“Miré, y he aquí en la expansión que había sobre la cabeza de los querubines como una piedra de zafiro, que parecía como semejanza de un trono que se mostró sobre ellos. Y habló al varón vestido de lino, y le dijo: Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, y llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines, y espárcelos sobre la ciudad… Entonces la gloria de Jehová se elevó de encima del querubín al umbral de la puerta; y la casa fue llena de la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria de Jehová.” Ezequiel 10:1, 2, 4.

“Este acto representó la inminente destrucción de la ciudad.” 4BC 609 (no EGW).

Es importante recordar en el estudio del Apocalipsis que las claves para comprenderlo se hallan en las escrituras del Antiguo Testamento. He aquí una breve sinopsis de la repetición de las siete trompetas del Apocalipsis como creo que se relacionan con la caída de Estados Unidos y la cosecha de la Tierra.

 

1) “El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra”. Apocalipsis 8:7.

“Y sobre todo monte alto, y sobre todo collado elevado, habrá ríos y corrientes de aguas el día de la gran matanza, cuando caerán las torres.” Isaías 30:25.

“Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo.” Joel 2:28-30.

““Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. Y daré prodigios arriba en el cielo, y señales abajo en la tierra, sangre y fuego y vapor de humo.” Hechos 2:15-19.

Nota: En todos estos textos, las tragedias que se mencionan son indicativos del tiempo escogido por Dios para derramar Su Espíritu sobre Su pueblo. Pedro consideraba este pasaje en Joel como la aplicación del derramamiento del Espíritu en el Pentecostés, pues no sabía que pasarían aproximadamente unos dos mil años antes del total cumplimiento de esta profecía. Pero Cristo les había dicho a ellos justo antes de ascender al cielo:

“No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” Hechos 1:7, 8.

¿Pero esto significa que el pueblo de Dios nunca sabrá el momento cuando la venida de Cristo sea inminente? No, Dios siempre le ha dado a Su pueblo amplia evidencia de su lugar en la historia y lo que se espera de ellos. Cuánto más lo hará para alertar a Su remanente final que el momento ha llegado para que se preparen para el cierre de gracia y Su venida.

 

2) “El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.” Apocalipsis 8:8.

“Los juicios de Dios ya están por toda la tierra, como se ve en las tormentas, inundaciones, tempestades y terremotos, peligro por mar y tierra 9a. El gran Yo le está hablando a aquellos que violan Su ley. Cuando la ira de Dios se derrame sobre la Tierra, ¿quién podrá resistirlo?” 5T 136.

“Y pagaré a Babilonia y a todos los moradores de Caldea, todo el mal que ellos hicieron en Sion delante de vuestros ojos, dice Jehová. ‘He aquí yo estoy contra ti, oh monte destruidor, dice Jehová, que destruiste toda la tierra; y extenderé mi mano contra ti, y te haré rodar de las peñas, y te reduciré a monte quemado. Y nadie tomará de ti piedra para esquina, ni piedra para cimiento; porque perpetuo asolamiento serás’, ha dicho Jehová. ‘Alzad bandera en la tierra, tocad trompeta en las naciones, preparad pueblos contra ella…haced subir caballos como langostas erizadas’”. Jeremías 51:24-27.

En la segunda trompeta, se profetiza la condenación de Estados Unidos. En toda la Biblia, una montaña representa el liderazgo. Dios vive y reina en la santa montaña en el cielo (Isaías 14:13; Salmos 87:1-3). Su pueblo se representa como la santa montaña de Israel (Daniel 9:16, 20; Isaías 2:1-3). Otras naciones que tienen posiciones de liderazgo, poder o autoridad también se representan como “montañas” (Amós 6:1; Apocalipsis 17:1-9).

¿Cómo destruye Estados Unidos al mundo entero en los últimos días? Esto ocurrirá cuando use su posición de liderazgo para darle poder al papado para que persiga al fiel pueblo de Dios al final de los tiempos (Apocalipsis 13:15-17).

 

3)  “El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas.” Apocalipsis 8:10, 11.

“Y en los profetas de Jerusalén he visto torpezas; cometían adulterios, y andaban en mentiras, y fortalecían las manos de los malos, para que ninguno se convirtiese de su maldad…Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos contra aquellos profetas: He aquí que yo les hago comer ajenjos, y les haré beber agua de hiel; porque de los profetas de Jerusalén salió la hipocresía sobre toda la tierra.” Jeremías 23:14, 15.

Nota: El 11 de febrero de 1929, se firmó el Tratado de Letrán, “mediante el cual la ciudad del Vaticano fue reconocida como estado soberano. Terminó el conflicto entre el papado y el reino de Italia que había existido desde la ocupación italiana de Roma (1870)”. Diccionario Webster. El 24 y 25 de octubre de 1929 cayó el mercado de la bolsa, derivando en la Gran Depresión que duró aproximadamente diez años y afectó tanto a países industrializados como no industrializados en muchas partes del mundo.

El 14 y 15 de abril del 2007, el papa visitó Estados Unidos y fue muy ovacionado por el presidente Bush. El 14 y 15 de septiembre de 2008 el mercado de acciones cayó y a la economía le llevó meses para comenzar a recuperarse.

En la Biblia, una estrella representa un líder (Apocalipsis 1:20). Como líder principal de las naciones del mundo, más juicios caerán sobre Estados Unidos a medida que se sumerge más en la apostasía.

 

4)  “El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche.” Apocalipsis 8:12.

“Porque tanto el profeta como el sacerdote son impíos; aun en mi casa hallé su maldad, dice Jehová. Por tanto, su camino será como resbaladeros en oscuridad; serán empujados, y caerán en él; porque yo traeré mal sobre ellos en el año de su castigo’, dice Jehová.” Jeremías 23:10-12.

“Así ha dicho Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: ‘Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra él: Por tanto, de la profecía se os hará noche, y oscuridad del adivinar; y sobre los profetas se pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos. Y serán avergonzados los profetas, y se confundirán los adivinos; y ellos todos cerrarán sus labios, porque no hay respuesta de Dios’.” Miqueas 3:5-7.

Nota: Cuando el papa se dirigió a nuestro Congreso y a las Naciones Unidas del 24 al 26 de septiembre de 2015, se dio un gran paso a la caída de los Estados Unidos. En los años inmediatamente anteriores y posteriores a ese evento, muchos líderes Protestantes acordaron que la protesta se había acabado y le dieron la mano al papado. Elena White nos dice dónde nos coloca ese hecho en la historia:

“Cuando Estados Unidos, la tierra de la libertad de culto, se una con el papado para imponerse a la consciencia y obligar a los hombres a que honren el falso Sábado, la gente de todos los países del mundo se verá obligada a seguir su ejemplo. Nuestro pueblo no está medio despierto para hacer todo lo que está en su poder, con las facilidades a su alcance, para esparcir el mensaje de advertencia.” 6T 18.

“Los protestantes de los Estados Unidos serán los primeros en tender las manos a través de un doble abismo al espiritismo y al poder romano; y bajo la influencia de esta triple alianza ese país marchará en las huellas de Roma, pisoteando los derechos de la conciencia.” GC 588.

Nota: Las últimas tres trompetas se categorizan como “lamentos” (Apocalipsis 8:13). En las escrituras solo se pronuncian lamentos sobre la generación o el pueblo que recibirá los resultados de aquellos, por tanto, las últimas tres trompetas son específicamente para la generación final, pues la séptima trompeta es la segunda venida de Cristo.

 

5)  “El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella* que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo. Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes..” Apocalipsis 9:1-4.

 

*Esa estrella es el ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión. Apocalipsis 9:11.

Nota: En Apocalipsis 7:1-4, Dios le manda a los ángeles a contener los cuatro vientos de la calamidad hasta que los 144.000 estén sellados y listos para enfrentar los momentos finales de la historia. En Apocalipsis 9 vemos tragedias de trascendentales proporciones ocurrirles a la gente de la Tierra, pero el sello del pueblo de Dios está ahora vigente y están protegidos de los desastres que caerán sobre los inicuos.

 

6) “El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: ‘Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates’. Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número… Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera… y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.” Apocalipsis 9:13-21.

Nota: Durante la sexta trompeta, se cierra la gracia del mundo. Los justos son sellados y puestos a salvo en el refugio de Dios (Isaías 26:20, 21) y los inicuos siguen siéndolo a pesar del peligroso mundo en el que ahora viven. En este punto es el momento en que Cristo le pondrá un fin al gran conflicto.

 

7)  “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado. Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra. Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo.” Apocalipsis 11:15-19.

Nota: Esta es una descripción de la séptima plaga, que ocurre justo antes de la segunda venida de Cristo:

 

“El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: ‘Hecho está’. Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira. Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados. Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande.” Apocalipsis 16:17-21.

 

Hay un factor más importante del que tomar nota en la importancia de la comprensión de las siete trompetas del Apocalipsis. Antes que la séptima trompeta suene, Cristo debe culminar Su obra de replicar perfectamente Su carácter en las vidas de Su novia. Esta profunda verdad se halla en Apocalipsis 10, donde Cristo, con apariencia de un poderoso ángel (7BC 971), dice lo siguiente:

“¡Ya no habrá más demora!* Pero en los días cuando el séptimo ángel esté por tocar su trompeta, el misterio de Dios se completará, justo como le anunció a Sus siervos los profetas.” Apocalipsis 10:6, 7.

*Una traducción alterna de “Ya no habrá más demora” usada por algunos de nuestros primeros pioneros después de la gran decepción de 1844. Ver el comentario de 7 BC acerca de este versículo; también es aceptable como posible traducción de la palabra “cronos” (tiempo) de la Concordancia de Strong. Esta podría de hecho ser una traducción más precisa o tener un significado más certero para los que estén vivos para ver volver a Cristo.

Nota: ¿Cuál es el misterio de Dios que debe completarse antes que Cristo cierre la gracia y venga a llevarse de vuelta al cielo con Él a Su pueblo que espera? Esto se explica en Colosenses 1:25-28:

“Me he convertido en su (de la iglesia) siervo por el mandato que Dios me dio para presentarles la palabra de Dios en su totalidad – el misterio que ha estado oculto por años y generaciones, pero que ahora se le revela a los santos. Dios escogió para ellos hacer saber entre los Gentiles las gloriosas riquezas de este misterio, el cual es Cristo en ustedes, la esperanza de la gloria.”

 

Así, la obra de salvación y redención del hombre de la tiranía del pecado debe culminar antes que suene la séptima trompeta. La mayoría de los Cristianos de hoy en día creen que conservaremos las semillas del pecado hasta que Cristo vuelva y nos remueva la naturaleza carnal. ¡Desafortunadamente, este es un engaño letal! Cualquier obra purificadora del carácter debe hacerse antes que el trabajo de Cristo en el Santuario celestial termine y se cierre la gracia.

“Es posible ser un creyente parcial y formalista, y, sin embargo, ser hallado falto y perder la vida eterna. Es posible practicar algunas de las órdenes bíblicas y ser considerado como cristiano; y, sin embargo, perecer por carecer de las cualidades esenciales para el carácter cristiano. Si descuidáis o tratáis con indiferencia las amonestaciones que Dios ha dado, si albergáis o excusáis el pecado, estáis sellando el destino de vuestra alma. Seréis pesados en la balanza, y hallados faltos. Os serán retirados para siempre la gracia, la paz y el perdón; Jesús habrá pasado para nunca más estar al alcance de vuestras oraciones y súplicas. Mientras dura la misericordia, mientras el Salvador sigue intercediendo, hagamos una obra cabal para la eternidad.” 6T 405.

Durante casi veinte años ya, las trompetas de advertencia de Dios han estado resonando para una nación y un mundo cuyo destino eterno pronto se decidirá en las cortes celestiales. El ángel de la protección de Estados Unidos está por plegar sus alas y dejarnos con el dios Mamón que escogimos. ¿Y dónde están los atalayas que deben estar despiertos y alerta para cumplir sin miedo con su deber para salvar a otros que de otro modo se perderían?

“El día del Señor se está acercando furtivamente; pero los que se llaman grandes y sabios no conocen las señales de la venida de Cristo y del fin del mundo. Abunda la iniquidad y el amor de muchos se ha enfriado… El centinela debe saber qué hora de la noche es. Todo está ahora revestido de una solemnidad que deben comprender todos los que creen la verdad para este tiempo. Deben actuar con referencia al día de Dios. Los juicios de Dios están por caer sobre el mundo, y necesitamos prepararnos para aquel gran día.” 6T 406, 407.

 

En conclusión, ¿qué debemos aprender de los mensajes de las trompetas y las advertencias que estamos recibiendo del firme paso de eventos que están ocurriendo en el mundo a nuestro alrededor? Un tópico importante que necesita aclararse y resaltarse es que las trompetas no son solo una cuenta regresiva de los eventos que preceden al cierre de gracia y la venida de Cristo, sino que también son señales para los verdaderos hijos de Dios que les indican que llegó el momento para la purificación final de todo pecado y el sellado de todos los que participen de esta purificación. Por tanto, es también ocasión que caiga la lluvia tardía. Las siguientes citas ayudarán a aclarar que el momento cuando las trompetas de advertencia de Dios estén resonando en la Tierra, es también el momento de la culminación de la obra de gracia en las vidas del pueblo de Dios.

“Los topes fueron podados, pero las raíces nunca se erradicaron y siguen dando su fruto impío para envenenar el juicio, pervertir las percepciones y cegar el entendimiento… Cuando con total confesión destruyes las raíces de la amargura, verás la luz de Dios…”

“Entonces los atalayas de Sion tocarán la trompeta al unísono con notas claras y fuertes, porque verán aproximarse a la espada y se darán cuenta del peligro en el que se encuentra el pueblo de Dios…”

“Sé que debe hacerse una obra para el pueblo, de lo contrario muchos no estarán preparados para recibir la luz del ángel enviado desde el cielo para iluminar a toda la Tierra con su gloria. No crean que se los considerará receptáculos de la lluvia tardía si le dedican su alma a la vanidad, hablan cosas perversas y aprecian las raíces de la amargura.” LS 326-8.

“Los que se colocan bajo el control de Dios para ser guiados y dirigidos por él, captarán la marcha firme de los sucesos que él ordenó.” 7T 14.

“Si alguna vez los atalayas de Dios debían estar de guardia, es ahora… La trompeta debe emitir cierto sonido. Deberá haber un pregón general de la verdad, toda la Tierra será iluminada por la gloria de Dios, pero solo reconocerán la luz los que buscaron discernir la diferencia entre la santidad y el pecado.” UL 365.

 

Desafortunadamente, no todos los que dicen ser parte del pueblo de Dios participarán en la purificación que es necesaria para preparar sus propios corazones para que sean fieles atalayas haciendo las advertencias que alertarán a otros para prepararse para la venida de Cristo. Los que teman o estén reticentes a hablar, se quedarán atrás y considerados como mayordomos infieles de la verdad de Dios.

“Los peligros de los últimos días están sobre nosotros y debemos advertirle a la gente el peligro que corren… Si nuestro pueblo se diera cuenta de la cercanía de los eventos descritos en Apocalipsis, se forjaría una reforma en nuestras iglesias y muchos más creerían el mensaje. No tenemos tiempo que perder. Dios nos llama para que cuidemos las almas así como deben rendir cuentas.” TM 118.

“El mensaje que tenemos que llevar no es un mensaje que los hombres deban temer declarar. No deberán buscar cubrirlo, ni ocultar sus orígenes ni propósito. Sus defensores deben ser hombres que no descansen ni de día ni de noche… Como mayordomos de los misterios de la gracia de Dios, estamos en la obligación de declarar fielmente todo el consejo de Dios.” LS 329.

“¿Se tocará la trompeta en la ciudad, y no se alborotará el pueblo? ¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho? Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas. Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetizará?” Amós 3:6-8.

“El Señor envía al pueblo una verdad especial para la situación en que se encuentra. ¿Quién se atreverá a publicarla? El manda a sus siervos a que dirijan al mundo el último llamamiento de la misericordia divina. No pueden callar sin peligro de sus almas. Los embajadores de Cristo no tienen por qué preocuparse de las consecuencias. Deben cumplir con su deber y dejar a Dios los resultados.” GC 609.

“¡Si nuestros ministros se dieran cuenta de cuán pronto los habitantes del mundo comparecerán ante el tribunal de Dios para responder por las acciones hechas en cuerpo, cuán sinceramente trabajarían junto con Dios para presentar la verdad! Cuán incansablemente trabajarían para promover la causa de Dios en el mundo, proclamando en palabras y obras: ‘El fin de todas las cosas se acerca.’ 1ra. Pedro 4:7.

“’Preparaos para encontraros con vuestro Dios’, es el mensaje que debemos proclamar en todas partes. La trompeta debe emitir un sonido certero. Hay que hacer resonar la advertencia clara y distintamente: “Ha caído, ha caído la gran Babilonia... Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas”. Las palabras de este pasaje se cumplirán. Pronto la gran prueba vendrá sobre todos los habitantes del mundo.” 9T 149.

“La marca de la salvación se ha puesto sobre aquellos que sollozan y lloran por todas las abominaciones que se han hecho. Ahora el ángel de la muerte avanza, representado en la visión de Ezequiel por los hombres con armas de destrucción, a quienes se les da la orden: “Acaben con todos, viejos y jóvenes, doncellas, niños y mujeres, pero no se acerquen a los que tengan la marca y comiencen en Mi Santuario.’ Dice el profeta: ‘Comenzaron con los ancianos que estaban delante del templo.’ Ezequiel 9:1-6. El trabajo de la destrucción comienza entre los que dicen ser los guardianes espirituales del pueblo. Los falsos atalayas serán los primeros en caer.” GC 656.


Las trompetas de Dios están resonando por toda nuestra tierra y también en el mundo entero. Este no es momento de estar dudando y temer proclamar toda la verdad. Dios está contando con nosotros para interpretar los eventos que está ocurriendo para que toda alma sea advertida y tenga la oportunidad de prepararse para lo que le viene a la Tierra. ¿Te levantarás y estarás tú ente los fieles atalayas de Dios?

 

“Centinelas del maestro,

La trompeta haced oír,

Y que el hombre que la escuche;

Vida pueda recibir,

Por la cima de los montes,

Por los valles, por el mar,

Por doquier el evangelio

Hoy os toca proclamar”.

Himnario SDA p. 353.

 

Artículo por Carol Zarska, MAR, escritora.