21.) Apocalipsis 10 Repasado

Hace ciento setenta y seis años, los padres de la Iglesia Adventista del Séptimo día esperaban que Cristo regresara a la Tierra con gran poder y gloria el 22 de octubre de 1844. Habían llegado a esta conclusión como resultado de su estudio del libro de Daniel, específicamente centrándose en la predicción de Daniel 8:14 que claramente dice:

 “Y él dijo: ‘Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.’”

Cuando Cristo no apareció como ellos esperaban, los pocos sobrevivientes buscaron las escrituras y pidieron luz adicional acerca de su experiencia. Dios le respondió sus oraciones dirigiendo sus mentes a Daniel 7:9-14, donde a Cristo se lo describe como yendo a la presencia de Su Padre para comenzar el juicio celestial. En adición a la luz brillando en las escrituras, una iluminación espiritual especial se le dio a Hiram Edson, que en vez de venir a la Tierra como ellos esperaban, Cristo había entrado al Lugar Santísimo del Santuario celestial para allí comenzar el juicio final, empezando con los muertos y finalizando con los vivos, para luego volver a llevarse a Su pueblo a casa.

 Mientras seguían estudiando, el Espíritu Santo dirigió sus mentes a Apocalipsis 10. Allí descubrieron nueva luz e información relativa a su experiencia. Significativamente, el capítulo culmina con una oración imperativa que perdura a través de los años, incluso hasta nosotros: “Es necesario que profetices otra vez.” Apocalipsis 10:11.

 Es mi propósito en este artículo el repasar Apocalipsis 10 hasta toda parte de él se entienda y se aplique a nosotros – los hijos espirituales de los valientes pioneros que dieron sus vidas y todo lo que tenían para consolidar una verdad y un movimiento que nos haría avanzar hasta la venida de Cristo. Este estudio es de enorme importancia, porque todas las profecías que se escribieron acerca del fin de los tiempos están a punto de cumplirse.

 

Apocalipsis 10 comienza con una poderosa descripción de Cristo en la forma de un poderoso ángel con un mensaje de suma importancia para todo el mundo:

 “Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego. Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra.” Apocalipsis 10:1, 2.”

 

Elena White identifica este ángel como el mismo Cristo:

 “El ángel poderoso que instruyó a Juan no es otro que Jesucristo. Colocando Su pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra seca, muestra la parte donde está actuando en las escenas finales del gran conflicto con Satanás. Esta posición denota Su poder y autoridad supremos sobre toda la Tierra.” 7BC 971.

 El poder irresistible poder que acompañaba a la prédica de este mensaje en 1844 alcanzó a todo el mundo y miles respondieron ante él y se prepararon para encontrarse con su Señor. Pero cuando Cristo no vino como esperaban, muchos se apartaron y se burlaron. Otros se separaron en pequeños grupos desertores y denegaron la verdad del mensaje que una vez apreciaron. Pero el pequeño grupo que se negó a abandonar las verdades que habían predicado bajo la tutela del Espíritu Santo, hallaron comodidad y aliento mientras eran guiados por Él para hallarle una descripción a su experiencia en Apocalipsis 10:8-11:

 “La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra. Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: ‘Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel’. Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre. Y él me dijo: ‘Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes’”.

 En verdad el mensaje de la pronta venida de Cristo había sido tan dulce para la miel para estos fieles estudiantes de la escritura y cuando Cristo no vino, fue una amarga decepción. Pero cuando acudieron a sus Biblias y le imploraron a Cristo que les explicara el significado de lo que habían experimentado, la luz anegó sus mentes con este pasaje que tan precisamente describía lo que habían experimentado. La esperanza renació y como se lee en el versículo 11: ‘Es necesario que profetices otra vez’, esperaron otro tiempo, otro día, cuando su trabajo sería recompensado y Cristo volvería de nuevo realmente.

 

Ahora volvamos a Apocalipsis 10 a una misteriosa sección de este capítulo, la cual, aunque no se entendía en los días de nuestros pioneros, debe revelarse a medida que la obra avanza hacia su conclusión:

 Él, (Cristo), “Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra; y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces. Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas.

 Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más, sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas.” Apocalipsis 10:2-7.

En esta sección de Apocalipsis 10, hay misterios que deben comprenderse, porque están específicamente diseñados para ser revelados para la generación final que estará viva cuando Cristo venga. A través de su cercana relación con Cristo, entenderán cuándo deben “profetizar de nuevo” y lo que deben profetizar. Lo sabrán por los eventos que estén ocurriendo en el mundo y en sus propias vidas cuando “ya no habrá más demora” para la venida de Cristo. ¡Decodifiquemos los secretos que Cristo tiene para nosotros en este pasaje de la escritura para que podamos pasar sin miedo a predicar el mensaje una vez más que Cristo vendrá en nuestra generación y lo hará pronto!

 

Antes de comenzar con el estudio de Apocalipsis 10:2-7, quiero explicar por qué estoy usando la versión NVI del versículo 6, “¡El tiempo ha terminado!”. Las palabras de la versión Rey Santiago aquí son: “no se esperará más”. Nuestros pioneros con precisión vieron esto como el tiempo de la profecía de los 2300 días de Daniel 8:14 es la última línea temporal profética en las escrituras. El comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día dice:

 “Después de esto no hay más mensajes relativos a algún tiempo en específico. Ningún tiempo profético se extiende más allá de 1844.” Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día, p. 798.

 Sin embargo, luego de 1844, algunos de nuestros líderes, incluyendo a A.T. Jones comenzaron a usar la traducción: “no habrá más demora”. Sin duda esto respondía al llanto de sus corazones porque Cristo volviera de nuevo pronto, durante sus días y si continuaban haciendo su parte al llevar el mensaje Adventista, en efecto no habría más demora.

 

El Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día también permite traducir este pasaje como: “no más demora”:

 “Esta críptica declaración se ha interpretado de muchas formas. Muchos expositores lo interpretaron como marca del fin del tiempo y el comienzo de la eternidad. Otros tomaron la palabra ‘tiempo’ en el sentido del tiempo que transcurre antes de los eventos finales de la historia y lo tradujeron como: “no habrá más demora.’” Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día, p. 798.

 La Concordancia de Strong también acepta la posibilidad de esta traducción y la ofrece como alternativa. Por tanto, usaré esta traducción porque en algún punto de la historia – y creo que es donde estamos ahora – el pueblo de Dios debe predicar un mensaje urgente que gracias a los eventos que están ocurriendo hoy en el mundo, es obvio que llegamos al punto donde “no habrá más demora.”

 

Ahora volvamos a Apocalipsis 10, comenzando con el versículo 3:

 Y Él (Cristo) “clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces. Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas.’” Apocalipsis 10:3, 4.

 ¿No es extraño que Cristo le dijera a Juan que no escribiera este mensaje importante aunque él mismo oyó y entendió las palabras que se dijeron? Sin embargo, no hay evidencia en la escritura donde se brinde la interpretación de este mensaje. Así, el mensaje de los siete truenos está esperando por ser estudiado y comprendido por la gente que viva justo antes de la venida de Cristo. Afortunadamente, Elena White hizo algunos comentarios significativos acerca del mensaje que estos truenos contienen.

 “Se relacionan con eventos futuros que se revelarán en su debido orden…”

 “Juan oyó los misterios que los truenos dijeron, pero se le ordenó no escribirlos.”

“La luz especial que se le dio a Dios que se expresó en los siete truenos fue un delinear de los eventos que transpirarían bajo los mensajes del primer y segundo ángeles… Estos mensajes debían proclamarse, pero ninguna luz mayor se brindaría antes que estos mensajes hubiesen hecho su labor específica. Esto está representado por el ángel con un pie en el mar, proclamando con solemnidad que no pasaría mucho tiempo más.

 “Este tiempo, el cual el ángel declara con solemnidad, no es el fin de la historia de este mundo, ni tampoco del período de gracia, sino de la línea profética, que debería preceder el adviento de nuestro Señor. Esto significa que la gente no tendrá otro mensaje sobre tiempo definido.” 7BC 971.

 

El mensaje de los siete truenos es de tremenda importancia para los que estén vivos en el momento de la historia que precede inmediatamente a la segunda venida de Cristo. Los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14, junto con el mensaje del cuarto ángel de Apocalipsis 18 deben predicarse y lograr su cometido de segar antes que se cierre la gracia. Esto mensajes fueron predicados antes de 1844 e hicieron su obra segadora en las iglesias Protestantes de aquel entonces. Pero una obra aún mayor debe hacerse cuando el papado suba al poder al final de los tiempos y cada alma deba tomar su decisión entre la verdad y la falsedad. Por tanto, nuestro estudio de los truenos necesita volver a dar un breve repaso del pasado, cuando los mensajes de los tres ángeles fueron predicados por nuestros pioneros.

 

Mensaje #1: “diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.” Apocalipsis 14:7.

 El mensaje del primer ángel era un anuncio para el mundo que Cristo había pasado ante Su Padre en el Lugar Santísimo del Santuario celestial para allí comenzar el juicio del verdadero estatus de cada individuo que alguna vez aceptó a Cristo como su Salvador y cuyo nombre estaba escrito en el libro de la vida del Cordero. Este también fue el momento cuando la verdad del Sábado como séptimo día se descubrió y se reinsertó como el día correcto de adoración. Como resultado, vieron que el papado era el hombre de pecado que cambió el Sábado por el Domingo y eventualmente intentaría hacer que todos en la Tierra adorasen el Domingo, el día que Satanás reclama como su propia marca de autoridad.

 

Mensaje #2: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación.” Versículo 8.

Está claro con estas palabras en la escritura que el alcance total de la prédica del mensaje del segundo ángel no ha ocurrido aún, sino que sucederá.

“El mensaje del segundo ángel… se predicó por primera vez en el verano de 1844 y entonces tenía una aplicación más directa sobre las iglesias de los Estados Unidos, donde la advertencia del juicio había sido proclamada más abiertamente y con frecuencia era rechazada y donde el declive en las iglesias había sido vertiginoso. Pero el mensaje del segundo ángel no se cumplió por completo en 1844. Las iglesias entonces experimentaron una decadencia moral, por rechazar la luz del mensaje de adviento, pero esa caída no fue total. Mientras continuaron rechazando las verdades especiales de este tiempo, cayeron cada vez más bajo. No obstante, no se podía decir todavía que ‘Babilonia ha caído… porque hizo que todas las naciones tomaran el vino de la ira de su fornicación.’ Todavía no ha hecho hacer esto a todas las naciones. El espíritu mundano de conformismo e indiferencia hacia las verdades testimoniales de nuestro tiempo existe y ha ganado terreno en las iglesias de fe Protestante en todos los países del mundo Cristiano y estas iglesias están incluidas en la solemne y terrible denuncia del segundo ángel. Pero la obra apóstata todavía no concluye.”

“La Biblia declara que antes de la venida del Señor, Satanás obrará ‘con todo el poder, señales, maravillas engañosas y con todo el engaño de la injusticia’ y los que no recibieron el amor de la verdad para ser salvos, recibirán un fuerte engaño para creer en una mentira. Cuando esta condición se alcance y la unión de la iglesia con el mundo se complete en el mundo Cristiano, es que Babilonia habrá caído por completo. El cambio es progresivo y el cumplimiento perfecto de Apocalipsis 14:8 ocurrirá.” GC 389, 90.

 

Mensaje #3: “Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira.” Versículos 9, 10.

Mientras la batalla del bien contra el mal escala, al mensaje del tercer ángel se le une el del cuarto ángel de Apocalipsis 18, llamando al pueblo de Dios por última vez para que salgan de Babilonia antes que cierre la gracia y la ira de Dios se vacíe pura sin mezclar sobre el mundo y sus habitantes.

Mensaje #4: “Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.’” Apocalipsis 18:4.

“El capítulo 18 del Apocalipsis indica el tiempo en que, por haber rechazado la triple amonestación de (Apocalipsis 14:6-12), la iglesia alcanzará el estado predicho por el segundo ángel, y el pueblo de Dios que se encontrare aún en Babilonia, será llamado a separarse de la comunión de ésta. Este mensaje será el último que se dé al mundo y cumplirá su obra… entonces la luz de la verdad brillará sobre todos aquellos cuyos corazones estén abiertos para recibirla, y todos los hijos del Señor que quedaren en Babilonia, oirán el llamamiento: ‘¡Salid de ella, pueblo mío!’.” GC 390.

Así que en nuestra búsqueda para revelar el mensaje y propósito de los siete truenos, debería hacerse claro que Cristo no deseaba que los pioneros escucharan y comprendieran estos asuntos, porque el cumplimiento de la profecía no ocurriría en sus días, sino que se reservaba para ser comprendida por la generación que estuviese viva para ver los eventos finales que se habían profetizado.

¿Pero por qué es importante para cualquier generación comprender el mensaje de los truenos dado que Cristo le dijo a Juan que no lo escribiera? La importancia yace en el hecho que desde 1844 en adelante hasta que Cristo vuelva, no hay profecías con tiempo específico que nos digan cuándo está próxima la venida de Cristo. Por tanto, Cristo espera que Su pueblo sepa cuándo esté cerca Su venida, con los eventos que permite que ocurran en el mundo a nuestro alrededor. He aquí algunas citas de la pluma de Elena White relativas a la importancia de reconocer los eventos que preceden la venida de Cristo:

“Estamos viviendo en el tiempo del fin. El presto cumplimiento de las señales de los tiempos proclama la inminencia de la venida de nuestro Señor. La época en que vivimos es importante y solemne. El Espíritu de Dios se está retirando gradual pero ciertamente de la tierra. Ya están cayendo juicios y plagas sobre los que menosprecian la gracia de Dios. Las calamidades en tierra y mar, la inestabilidad social, las amenazas de guerra, como portentosos presagios, anuncian la proximidad de acontecimientos de la mayor gravedad.” 9T 11.

“Dios no puede tener paciencia por mucho más tiempo. Sus juicios ya comienzan a caer en algunos lugares, y pronto su desagrado se manifestará abiertamente en otros sitios.”

“Habrá una serie de acontecimientos que tendrán por objeto mostrar que Dios domina la situación.” 9T 96.

“Y Jehová hará oír su potente voz, y hará ver el descenso de su brazo, con furor de rostro y llama de fuego consumidor.” Isaías 30:30.

“A medida que el tiempo transcurre se hace cada vez más evidente que los juicios de Dios están en el mundo. Por medio de incendios, inundaciones y terremotos, Dios anuncia la proximidad de su venida a los habitantes de la tierra.” 9T 97.

“Los juicios de Dios ya están en la tierra en el exterior, en forma de tormentas, inundaciones, tempestades, terremotos y peligros en mar y tierra. El gran SER está hablándole a los que violan Su ley. Cuando la ira de Dios se vierta sobre la Tierra, ¿quién podrá resistirse?” 5T 136.

“A esto siguen erupciones volcánicas, pero a menudo ellas no dan suficiente escape a los elementos encendidos, que conmueven la tierra. El suelo se levanta entonces y se hincha como las olas de la mar, aparecen grandes grietas, y algunas veces ciudades, aldeas, y montañas encendidas son tragadas por la tierra. Estas maravillosas manifestaciones serán más frecuentes y terribles poco antes de la segunda venida de Cristo y del fin del mundo, como señales de su rápida destrucción.” PP 109.

Entonces para los que vivan para ver a Cristo volver, no habrá profecía de tiempo específico en las escrituras que nos digan exactamente cuándo vendrá el Señor. Pero como hijos Suyo, se espera de nosotros que sepamos cuándo estará cerca Su venida en base a los eventos a nuestro alrededor tanto en el mundo como en la sociedad que fueron profetizados como señales de Su inminente regreso. ¿Acaso todo el que se proclama como Cristiano reconocerá estas señales que están dándose en el mundo? No, la Biblia nos dice que hasta el final habrá quienes se burlen, quienes digan: “¿Dónde está la promesa de Su venida?” A menos que oigamos a firme vocecita del Espíritu Santo y tengamos una relación cercana a Cristo diariamente, Su venida nos tomará por sorpresa como a las vírgenes imprudentes.

En este punto, me enfocaré en el misterio de los siete truenos. Los truenos en la Biblia se escuchan con frecuencia cuando la presencia de Dios se manifiesta. Tal fue el caso en el Monte Sinaí cuando Dios descendió para entregarle Su ley a los israelitas:

“Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento. Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte.” Éxodo 19:16, 17.

 “Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas… Y del trono salían relámpagos y truenos y voces.” Apocalipsis 4:1, 5.

“El trueno declara su indignación, y la tempestad proclama su ira contra la iniquidad.” Job 36:33.

La voz de Dios no siempre se entiende cuando habla. En una ocasión, cuando Cristo estaba predicando y prediciendo Su muerte, le pidió a Su Padre glorificar Su propio nombre por el que Él (Cristo) estaba predicando. “Entonces una voz se escuchó desde el cielo y dijo: ‘Lo glorifiqué y lo haré de nuevo.’ La muchedumbre que estaba allí y oyó dijo que había tronado, otros dijeron que un ángel le había hablado a Él.

“Respondió Jesús y dijo: No ha venido esta voz por causa mía, sino por causa de vosotros.  Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.” Juan 12:28-31.

Este dramático episodio tiene un significado directo sobre nuestro estudio de los siete truenos de Apocalipsis 10. Primero, los truenos son usados por Dios cuando algo de gran importancia se debe comunicar al mundo, especialmente a Su pueblo. A continuación, solo los que estén familiarizados con Su voz y oigan Su consejo podrán entender el mensaje de los truenos. ¿Quién, entonces, podrá entender el mensaje de los truenos de Apocalipsis 10? Solo los que ya sean cercanos al Señor y estén purificando sus vidas para que puedan escuchar con claridad la vocecita en sus corazones. Estas personas responderán rápidamente a los mensajes de los eventos que estén ocurriendo en el mundo bajo los siete truenos y saldrán de Babilonia para unirse al verdadero pueblo de Dios.

“Mientras todo el mundo esté sumido en tinieblas, habrá una luz habitando en cada uno de los santos. Recibirán primero la luz de Su segunda venida.” COL 420.

Como ya hemos visto, el cumplimiento de los truenos ocurrirá durante el último pregón de los mensajes del primer y segundo ángel de Apocalipsis 14, a los cuales se les unirá el cuarto ángel de Apocalipsis 18. Esta será la llamada final a los habitantes del mundo para que salgan de Babilonia.

“Dios tiene una verdad y obra especiales para Su iglesia en cada generación.” COL 78.

“En cada era hay un nuevo desarrollo de la verdad, un mensaje de Dios para la gente de esa generación.” COL 127.

“La proclamación de los mensajes del primero, del segundo y del tercer ángel ha sido establecida por la Palabra inspirada… Ahora es tan esencial como en cualquier tiempo pasado que se los repita a los que están buscando la verdad. Debemos hacer resonar su proclamación mediante la pluma y la voz; debemos mostrar su secuencia y la aplicación de las profecías que nos conducen al mensaje del tercer ángel. No puede haber un tercer mensaje sin un primero y un segundo. Debemos proclamar al mundo estos mensajes mediante publicaciones y conferencias que muestren en el ámbito profético las cosas que han sido y las que serán.” CW 26, 27.

“Muchos de los que aceptaban el tercer mensaje no habían tenido experiencia en los dos anteriores. Satanás comprendió esto, y fijó en ellos su ojo maligno para vencerlos; pero el tercer ángel dirigía la atención de ellos hacia el lugar santísimo, y los que habían tenido experiencia en los mensajes anteriores les indicaban el camino del santuario celestial. Muchos percibieron el perfecto eslabonamiento de verdades en los mensajes angélicos, y aceptándolos gozosamente uno tras otro, siguieron al Señor por la fe en el santuario celeste. Estos mensajes me fueron representados como un áncora para el pueblo de Dios. Quienes los comprendan y acepten quedarán libres de verse arrastrados por los muchos engaños de Satanás.” EW 256.

 

¿Qué deberíamos entender de los mensajes de los dos primeros ángeles que nos mantengan fieles hasta que Cristo venga?

 

1)      Entender y participar en la obra purificadora en la hora del juicio de Cristo en nuestras vidas durante Su ministerio en el Lugar Santísimo.

“Cristo le dijo a los ángeles que todos los que Lo consiguieran entenderían la obra (purificadora) que llevaría a cabo.” EW 251.

2) Resistir audaz y abiertamente el movimiento de la ley dominical encabezado por el papado y sus hijas protestantes apóstatas.

“En el propio momento en que vivimos, el Señor llama a Su pueblo y les da un mensaje que llevar. Les pide que expongan la maldad del hombre del pecado.” Ev 705.

“Los pecados de Babilonia serán expuestos. Los terribles resultados de imponer las observancias de la iglesia por medio de autoridad civil, las incursiones del espiritismo, el silencioso pero rápido progreso del poder papal – todo será desenmascarado.” GC 606.

“No seamos sumisos y le pidamos perdón al mundo por decir la verdad… Que se comprenda que los Adventistas del Séptimo día no pueden comprometerse… El mundo tiene derecho a saber qué esperar de nosotros.” CW 95.

¿Podemos ver ahora con más claridad dónde estamos en la alineación de los siete truenos de Apocalipsis 10? Creo que es importante que cuando Dios el Padre habló a favor de Su Hijo en Juan 12:28, Cristo respondiera: “Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.” Juan 12:31, 32.

Esto describe el trabajo que debe hacerse al final de los tiempos cuando los pecados de Babilonia sean expuestos por completo ante el mundo y el pueblo de Dios dará la cara por la verdad sin importar lo que les pueda costar en lo personal.

Mucho del pueblo sincero de Dios están ahora reconociendo y participando en una experiencia personal de juicio  y purificación con Cristo y alcanzando victorias en sus vidas que nunca antes habían logrado. Al mismo tiempo, las cosas en el mundo se están deteriorando tan significativamente que la gente se pregunta qué ocurrirá a continuación. Parecía que la marea estaba cambiando en 2001, cuando las torres de Nueva York cayeron y sorprendieron a todo el mundo con el hecho de reconocer que estábamos en momentos turbulentos como nunca antes habíamos visto. El día en que las torres cayeron, el presidente Bush declaró que estábamos ahora en guerra y que nada volvería a ser lo mismo de nuevo y amigos míos, la historia demostró que estaba en lo correcto.

Desde entonces, muchos otros eventos sin precedente ocurrieron en todo el mundo. Enormes tormentas, como los huracanes Rita y Katrina, que ocurrieron en 2004 y 2005, se están haciendo cada vez más comunes. En 2008 la economía cayó más bajo que nunca desde la gran depresión de 1929. Entonces en septiembre de 2015, el Papa habló ante el Congreso de los Estados Unidos y ante las Naciones Unidas. Sus principios de cambio climático, descritos en su encíclica “Laudato si”, fueron aceptados tanto por el presidente Obama como por las Naciones Unidas y fue electo como la persona más popular en el ámbito político religioso en el mundo, tal como se reportó en la revista Time. También durante este período, grandes pasos se dieron por muchos líderes protestantes para acabar con el cisma entre protestantes y el papado y para refutar los principios de la reforma protestante que comenzó con Martín Lutero, anunciando abiertamente que “la protesta terminó.”

Recientemente, los patrones del clima mundial se han vuelto significativamente más peligrosos. En 2019, ciento veinte mil nuevo records se impusieron en patrones del clima mundial y ahora tenemos el Covid-19 y los increíbles cambios que ha causado en las vidas de la gente de cada país del mundo.

¿Cuánto más necesitamos para convencernos que estamos en el propio último suspiro de tiempo antes que Cristo venga? Mucha gente está ahora despertando y reconociendo estos eventos como evidencia clara que Cristo le está hablando al mundo por medio de los truenos y trompetas de Su majestuosa voz, pues el sonido de las trompetas también es importante cuando Dios habla y las trompetas también son importantes en el cierre de Apocalipsis 10. Observen Apocalipsis 10:5-7, NVI:

““El ángel que yo había visto de pie sobre el mar y sobre la tierra levantó al cielo su mano derecha 6 y juró por el que vive por los siglos de los siglos, el que creó el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y dijo: ‘¡El tiempo ha terminado!’ En los días en que hable el séptimo ángel, cuando comience a tocar su trompeta, se cumplirá el designio secreto de Dios, tal y como lo anunció a sus siervos los profetas.”

En este texto está oculta la respuesta al misterio de cuándo podemos saber que la aparición de Cristo es inminente. La última trompeta sonará a la venida de Cristo. Justo antes que venga, Su pueblo atravesará el proceso de juicio o purificación, que es necesario para llevarlos a la perfección de carácter que Él requiere, para que puedan ser traspuestos sin ver muerte. Este es el misterio que Pablo mencionó en Colosense 1:25-28:

“De la cual fui hecho ministro (de la iglesia), según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios, el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre”

“Dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.” Efesios 1:9, 10.

¿Acaso no es claro esto? La obra final de Cristo en el Santuario celestial culminará cuando el remanente final del pueblo de Dios al final de los tiempos participe con Cristo en la purificación total de sus caracteres y de todo lo que los contamina para que puedan representar a Cristo por completo en sus vidas perfeccionadas en el proceso de juicio.

“Si nos sometemos a la refinación del Señor, toda la escoria e impurezas serán consumidas.” 4BC 1181.

Estimados, ahora es el momento cuando podemos ver por los útiles eventos permitidos por el cielo, que estamos viviendo en el momento cuando Cristo está a punto de cerrar la gracia para volver a buscar a Su pueblo. Ahora está llevando a cabo esta obra purificadora en todo el que con Él coopere y Le permita tener Su influencia en su vida. ¿Están oyendo el sonido de las trompetas y los truenos mientras Dios nos pide alistarnos para recibirlo en paz? Oigan entonces este maravilloso consejo de Pablo:

“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados…”

“Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más, porque no podían soportar lo que se ordenaba…”

“Sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.”

“Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.”

“Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor.” Hebreos 12:14-29.

Hermanos, ahora que sabemos quiénes somos y dónde estamos en el tiempo, obedezcamos sin temor el mandato de Dios: “¡Deben profetizar de nuevo!” ¡El mensaje que debemos llevar es claro y el momento es ahora!

 

Artículo por Carol Zarska, MAR, Escritora.