13.) El Victorioso Remanente de la Iglesia de Laodicea

Desde el momento en que el pecado llegó al mundo a través de nuestros primeros padres, el temor a y el alejamiento de Dios han sido el mal de la humanidad. Al consumir el fruto del árbol del conocimiento del bien y el mal, Adán y Eva le dieron acceso a Satanás a sus mentes y ahora podía hablarle a los centros cerebrales que fueron creados solo para ser usados por la voz de Dios que les hablaba por medio del Espíritu Santo. Pero Dios no estaba dispuesto a dejarnos en nuestra condición caída. Desde el principio se Le ocurrió un plan para restaurarnos de vuelta a una relación y compañía inquebrantable con Él y borrar para siempre los efectos que el pecado ha causado. Este plan de restauración se revela ante nosotros y se demuestra a través del Santuario.

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