16.) Comprendiendo el Armagedón

Desde el momento en que Lucifer y sus ángeles se rebelaron contra Dios, Su ley, Su trono y Su gobierno, todo el Cielo ha estado en estado de guerra, pero toda la Biblia es la historia de esta guerra y la conclusión con la que Dios le traerá paz y armonía al universo nuevamente. Dios siempre tuvo un plan mediante el cual enfrentar el reto si cualquiera de Sus seres creados desertara y causara una revuelta en contra de Su reino.

“Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él”.

“Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: ‘Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos’”. Apocalipsis 12:7-11.

“Dios tenía conocimiento de los eventos del futuro, incluso antes de la creación del mundo. No hizo que Su propósito se adaptara a las circunstancias, sino que permitió que los hechos se desarrollaran y resultaran. No obró para lograr cierta condición de las cosas, pero sabía que tal condición existiría. El plan debería llevarse a cabo al desertar cualquier inteligencia celestial – este es el secreto, el misterio que ha estado oculto durante eras. Y se preparó la ofrenda con el eterno propósito de hacer el trabajo que Dios ha hecho por la humanidad caída.” 6BC 1082.

 

A Dios nunca lo toman por sorpresa, ya sea los eventos del universo o en nuestra vida. Conoce nuestros problemas y tiene un plan para solucionarlos si estamos dispuestos a cooperar con Él. Esto requiere una íntima relación personal con Cristo y una disposición a seguir Su plan para nosotros a diario, en cada momento a medida que nos guía a través de Su Santo Espíritu y Su palabra escrita. Podemos escoger seguir Su plan, rebelarnos en Su contra o simplemente no tener una relación personal con Cristo con la que pueda guiarnos. Por tanto, es esencial que conozcamos Su voz y respondamos a Su más leve susurro. Cristo es nuestro ejemplo para dicha relación.

A continuación hay una serie de citas de los escritos de Elena White que nos dan valiosas percepciones para ayudarnos a establecer y mantener la misma relación con Cristo que Él tuvo con Su Padre celestial.

“La presencia del Padre rodeaba a Cristo y nada le ocurrió que no fuese permitido por el infinito amor para la bendición del mundo. Aquí estaba Su fuerte de confort y es para nosotros.” MB 71.

“Con las mismas facultades del hombre, resistió las tentaciones de Satanás al igual que el hombre debe resistirlas.” 1SM 252.

“No ejercicio ningún poder en Su propio beneficio que no se nos haya ofrecido gratuitamente a nosotros. Como hombre, fue tentado y venció con la fuerza que Dios Le otorgó.” DA 24.

“Fue todo dependiente de Dios y en el secreto lugar de la oración, buscaba fuerza divina para avanzar al deber y las pruebas…”

“Como hombre, le suplicó al trono de Dios hasta que Su humanidad fue cargada con una corriente celestial que conectaría la humanidad con la divinidad. A través de la continua comunión, recibía vida de Dios, para que pudiese impartirle vida al mundo. Su experiencia debe ser la nuestra.” DA 363.

“Cristo recibía continuamente del Padre para que pudiese comunicarlo a nosotros… En las tempranas horas del nuevo día, el Señor lo despertaba de Su sueño y Su alma y labios eran ungidos con gracia para que pudiese impartírsela a otros. Sus palabras le eran dadas frescas desde las cortes celestiales, palabras que pudiese hablar en persona al cansado y al oprimido.” COL 139.

“A diario recibía el fresco bautismo del Espíritu Santo.” Ibid.

“Jesús no reveló cualidades ni ejerció facultades que los hombres no pudieran tener por la fe en él. Su perfecta humanidad es lo que todos sus seguidores pueden poseer si quieren vivir sometidos a Dios como él vivió.” DA 664.

“Cristo, en su vida terrenal, no se trazó planes personales. Aceptó los planes de Dios para él, y día tras día el Padre se los revelaba. Así deberíamos nosotros también depender de Dios, para que nuestras vidas fueran sencillamente el desenvolvimiento de su voluntad. A medida que le encomendemos nuestros caminos, él dirigirá nuestros pasos…”

“Deja que Dios planee por ti. De niño, confía en Su guía, pues Él ‘guardará los pies de Sus santos’ 1ra. Samuel 2:9. Dios nunca dirige a Sus hijos a menos que ellos lo decidan, si ellos pudiesen ver el fin desde el principio y discernir la gloria del propósito que están perpetrando como compañeros de trabajo Suyos.” MH 479.

“No hay otro poder en ti aparte del de Cristo, pero es tu privilegio tener a Cristo morando en tu corazón por fe y Él puede vencer el pecado en ti, cuando cooperas con Sus esfuerzos.” OHC 76.

“Para Cristo, quien se vació a Sí mismo para la salvación de la humanidad perdida, el Espíritu Santo le fue dado ilimitadamente. Así le será dado a cada seguidor de Cristo cuando el corazón se rinda por completo a Su habitar.” MB 21.

“Ahora, mientras que nuestro gran Sumo Sacerdote está haciendo propiciación por nosotros, debemos tratar de llegar a la perfección en Cristo. Nuestro Salvador no pudo ser inducido a ceder a la tentación ni siquiera en pensamiento. Satanás encuentra en los corazones humanos algún asidero en que hacerse firme; es tal vez algún deseo pecaminoso que se acaricia, por medio del cual la tentación se fortalece. Pero Cristo declaró al hablar de sí mismo: “Viene el príncipe de este mundo; mas no tiene nada en mí”. Juan 14:30. Satanás no pudo encontrar nada en el Hijo de Dios que le permitiese ganar la victoria. Cristo guardó los mandamientos de su Padre y no hubo en él ningún pecado de que Satanás pudiese sacar ventaja. Esta es la condición en que deben encontrarse los que han de poder subsistir en el tiempo de angustia”.

“En esta vida es donde debemos separarnos del pecado por la fe en la sangre expiatoria de Cristo. Nuestro amado Salvador nos invita a que nos unamos a él, a que unamos nuestra flaqueza con su fortaleza, nuestra ignorancia con su sabiduría, nuestra indignidad con sus méritos. La providencia de Dios es la escuela en la cual debemos aprender a tener la mansedumbre y humildad de Jesús. El Señor nos está presentando siempre, no el camino que escogeríamos y que nos parecería más fácil y agradable, sino el verdadero, el que lleva a los fines verdaderos de la vida. De nosotros está, pues, que cooperemos con los factores que Dios emplea, en la tarea de conformar nuestros caracteres con el modelo divino. Nadie puede descuidar o aplazar esta obra sin grave peligro para su alma.” GC 623.

Afortunadamente, no estamos solos en esta batalla por la purificación y la santidad del carácter. Todo el Cielo está de nuestro lado.

 

“¡Ojalá pudiésemos darnos cuenta de la cercanía del Cielo a la Tierra! A pesar que los niños terrestres lo ignoren, tienen ángeles de luz como compañeros. Un testigo silencioso guarda a cada alma que vive, buscando atraer esa alma a Cristo. Mientras haya esperanza, hasta que los hombres resistan al Espíritu Santo para su eterna ruina, son resguardados por inteligencias celestiales.” 6T 366, 7.

“A los seres celestiales se les ordena a responder a las oraciones de los que están obrando desprendidamente por los intereses de la causa de Dios. A los más altos ángeles de las cortes celestiales se les designa solucionar las oraciones que ascienden a Dios para el avance de la causa de Dios. Cada ángel tiene su deber particular, el cual no se le permite dejar por ningún otro lugar. Si se fuera, los poderes de las tinieblas tendrían una ventaja.” 4BC 1173.

“Es importante creer en la palabra de Dios y actuar de acuerdo a ella mientras haya ángeles esperando obrar por nosotros… Los siervos de Dios deben estar… listos para moverse apenas Su providencia abra el camino. Cualquier demora de su parte le da tiempo a Satanás para obrar para detenerlos.” PP 423.

“El que depende de Dios constantemente a través de fe simple y oración confiada, será rodeado por los ángeles del Cielo.” IHP 16.

“Cuando estamos inconscientemente en peligro de ejercer una influencia incorrecta, los ángeles estarán a nuestro lado instándonos a tomar un mejor rumbo, escogiendo nuestras palabra por nosotros e influenciando nuestras acciones. Así nuestra influencia puede ser silente, inconsciente y poderosa al atraer a otros hacia Cristo y el mundo celestial.” COL 342.

“Todos los que se ocupan en el ministerio constituyen la mano ayudadora de Dios. Son colaboradores con los ángeles, o más bien, son los agentes humanos por medio de los cuales los ángeles llevan a cabo su misión. Los ángeles hablan por medio de sus voces y trabajan por medio de sus manos. Y los obreros humanos, al cooperar con los agentes celestiales, reciben el beneficio de su educación y experiencia. Como medio educativo, ¿qué universidad puede igualar esto?” Ed 271.

“Es imposible dar alguna idea de la experiencia del pueblo de Dios que esté vivo en la Tierra cuando los lamentos del pasado y la gloria celestial se mezclen. Caminarán en la luz procedente del trono de Dios. Por medio de los ángeles habrá constante comunicación entre la Tierra y el Cielo.” 9T 16.

“Cristo siempre está enviándole mensajes a los que oyen Su voz.” MLT 15.

“Desde el Santo de los Santos, parte la gran obra de instrucción. Los ángeles de Dios están comunicándose con los hombres. Cristo oficia en el Santuario. No Lo seguimos al Santuario como deberíamos. Cristo y los ángeles obran en los corazones de los hijos de los hombres. La iglesia arriba, unida con la de abajo, está dando la buena batalla en la Tierra, en armonía con la limpieza de Cristo en el Santuario celestial.

“El pueblo de Dios debe dirigir ahora sus ojos en el Santuario celestial, donde… nuestro gran Sumo Sacerdote… está intercediendo por Su pueblo.” Maranatha 249.

“El Señor nos enseñará nuestro deber igual de diligentemente que lo haría con cualquier otra persona. Si acudimos a Él con fe, personalmente nos revelará Sus misterios. Nuestros corazones con frecuencia arderán nuestro interior a medida que Aquel se acerque a comulgar con nosotros así como lo hizo con Enoc.” DA 668.

“Los ángeles ministradores esperan junto al trono para obedecer instantáneamente el mandato de Jesucristo de contestar cada oración ofrecida con fe viva y fervorosa.” 2SM 377.

“Apenas se menciona el nombre de Jesús… los ángeles de Dios se acercan.” CM 112.

“Si el alma confía y obra obedientemente, la mente es susceptible a impresiones divinas y la luz de Dios brilla, iluminando el entendimiento. ¡Cuántos privilegios tenemos en Cristo Jesús!” 7BC 959.

A través de estas citas, podemos ver que todo el Cielo está involucrado en el gran conflicto entre el bien y el mal y cada provisión se ha tomado para brindar un escape de las tentaciones del maligno y los deseos de la carne y el espíritu los cuales son inherentes a la naturaleza carnal del hombre. Para entender mejor esta batalla en la que todos estamos involucrados, volvamos a donde comenzó en las cortes celestiales, específicamente en el corazón de Lucifer.

“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo”. Isaías 14:12-14.

 

Mientras Lucifer observaba la gloria de Dios y vio la adoración que recibía, su corazón codició esa adoración y la anhelo para sí mismo. Comenzó a pensar que era tan sabio, poderoso, hermoso y glorioso como Dios mismo y quiso recibir lo que le corresponde solo a Dios. Quiso ascender más allá de la posición que Dios le había dado, quiso “sentarse entronizado en el monte de la asamblea, sobre las mayores alturas de la ciudad sagrada.” En otras palabras, deseó la máxima posición posible en el universo, quería que lo reconocieran por tener dones, belleza, inteligencia y poder más que nadie, incluso Dios. Por medio de sus mentiras y especioso razonar, pudo engañar a un tercio de los ángeles para que lo siguieran en su rebelión. Entonces tentó a Eva con la misma mentira que había capturado su propio corazón y los de sus seguidores.

“Y la serpiente le dijo a la mujer, de seguro no morirás, pues Dios sabe que en el día en que comieses esto, tus ojos serán abiertos y serán como dioses, distinguiendo el bien y el mal. Y cuando la mujer vio que el árbol daba buen fruto y que era atractivo a la vista y un árbol deseado para ser sabio, tomó el fruto y comió y también se lo dio a su marido con ella y él también comió y los ojos de ambos se abrieron y se dieron cuenta que estaban desnudos.” Génesis 3:4-7, VRS.

Debido a su propia caída de la santidad, Satanás sabía los puntos que llevarían a Eva a dudar del carácter de Dios y Sus mandatos y así ser susceptible a sus propias insinuaciones y razonamientos sutiles en contra de Dios.

“Desconsiderando las advertencias de los ángeles, pronto se halló contemplando, con intriga y admiración el árbol prohibido. La fruta era muy hermosa y se preguntaba por qué Dios lo había prohibido. Ahora era la oportunidad del tentador. Como si pudiese leer sus pensamientos, se dirigió a ella: ‘Sí, ¿acaso no dijo Dios que comieran de todo árbol del jardín?’ Eva se sorprendió y espantó como si hubiese escuchado el eco de sus propios pensamientos. Pero la serpiente continuó, con voz musical, con sutil alabanza de su gran hermosura y sus palabras eran placenteras. En lugar de irse de inmediato, continuó maravillada oyendo hablar a una serpiente…

“Entonces la serpiente dijo a la mujer: ‘No moriréis; mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal.’”

“Le dijo que al comer del fruto de este árbol, alcanzarían una esfera de existencia más elevada y entrarían en un campo de sabiduría más amplio. Añadió que él mismo había comido de ese fruto prohibido y como resultado había adquirido el don de la palabra. Insinuó que por egoísmo el Señor no quería que comiesen del fruto, pues entonces se elevarían a la igualdad con él. Manifestó Satanás que Dios les había prohibido que gustasen del fruto de aquel árbol o que lo tocasen, debido a las maravillosas propiedades que tenía de dar sabiduría y poder. El tentador afirmó que jamás llegaría a cumplirse la divina advertencia; que les fue hecha meramente para intimidarlos. ¿Cómo sería posible que ellos muriesen? ¿No habían comido del árbol de la vida? Agregó el tentador que Dios estaba tratando de impedirles alcanzar un desarrollo superior y mayor felicidad.” PP 54.

¡Cuán inteligentemente la serpiente manipuló la mente de Eva para hacerla dudar del verdadero carácter de Dios! Dios siempre ha sido transparente consigo mismo, con Sus leyes, Sus propósitos y Su carácter. Se ha revelado a Sí mismo tanto como podemos comprender. Además, promete que el que de verdad busca la verdad aprenderá cada vez más acerca de Su majestad, sabiduría, poder y amor por toda la eternidad y mientras más conocemos de Él, más lo amaremos y adoraremos y más nos pareceremos a Él en carácter. Este es el privilegio que les fue dado a Adán y Eva cuando fueron creados. Y este es el maravilloso privilegio que le será otorgado a los que sean redimidos de la Tierra.

¿Cuál ha sido el propósito del gran conflicto entre Cristo y Satanás que se ha extendido por seis mil años? Es claramente refutar los reclamos de Satanás que su criterio es el mejor para todos los seres creados y mostrarle al universo los terribles resultados del pecado y la rebelión. Ningún otro modo habría convencido completamente a los intelectos celestiales y los otros planetas de la enormidad del pecado que causó que Cristo, el Hijo de Dios, el Creador a la diestra del Padre, descendiera a esta Tierra en tinieblas a morir como pago de los pecados de la raza humana.

Pero la guerra aún no se acaba. Todavía queda una batalla final por librarse. Se llama la batalla del Armagedón. Para comprender mejor esta batalla, debemos entender su propósito. La palabra “Armagedón” se halla solo en un lugar de las escrituras y es parte de la sexta plaga, que inmediatamente precede a la venida de Cristo:

“El sexto ángel vació su copa sobre el gran río Éufrates y su agua se secó para preparar el camino para los reyes del Este. Entonces vi a tres espíritus inmundos que parecían ranas y salieron de la boca del dragón, de la de la bestia y de la del falso profeta. Son espíritus de demonios haciendo grandes portentos y van a los reyes de todo el mundo, para reunirlos para la batalla en el gran día del Dios Todopoderoso.”

“El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y el agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente. Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso”.

“El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está”. Apocalipsis 16:12-17.

 

Para comprender mejor el carácter y propósito de la batalla del Armagedón, observen el significado de la palabra en el libro La Concordancia de Strong:

#717 Gr. – De origen hebreo (2022 y 4023); Armagedón (o Har-Megido), un nombre simbólico: -- Armagedón.

#2022 Heb. – Har; una forma abreviada de 2042, una montaña o cordillera (a veces usada figuradamente): -- Colina (campo) monte (-aña) x promoción.

#2042 – harar; de una raíz sin usar que significa surgir; una montaña: -- colina, monte (-aña).

#4023 – megido’; de 1413; reunión; un lugar en Palestina: -- Megido, Megidón.

#4023 - megiddo'; from 1413; rendezvous; a place in Palestine:-- Megiddo, Megiddon.

#1413 – gadad; una raíz primaria (comparar 1464); reunir; también rajar (como si se estuviera presionando): -- convocar (por tropas) reunir (alistarse), cortarse.

#1464 – guwd; una raíz primaria (como de 1413), convocar, ejemplo: atacar: --invadir, vencer.

 

Este examen del significado de la palabra Armagedón, aclaró que esta es la batalla final entre las fuerzas de Satanás y Jesucristo justo antes que Cristo vuelva a la Tierra a llevar a Su pueblo triunfante a su verdadero hogar en la ciudad celestial – la Nueva Jerusalén, donde Satanás perdió su lugar a un lado del trono y de donde fue arrojado a la Tierra. Nunca dejó de intentar de ganarse su regreso a la montaña sagrada, pero solo el pueblo de Dios que alcance la victoria sobre la bestia y su imagen será bienvenido en las puertas de la ciudad y ocupará el lugar de Satanás y los ángeles que cayeron por su rebelión contra Dios. Observen de nuevo la descripción de la batalla cuando Satanás atacó el trono de Dios y fue expulsado del Cielo:

“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo’”. Isaías 14:12-14.

La batalla por la montaña siempre giró alrededor del deseo de Satanás de estar sobre todos los seres creados y sobre Dios mismo, que lo adoraran, que lo alabaran y obedecieran como el justo heredero del reino y el que tiene el mejor plan de gobierno para todo lo que Dios hizo. Por esta razón Dios le dio suficiente tiempo y libertad para demostrarle los resultados de su razonamiento al universo.

Pero vendrá el momento cuando la batalla final sea ganada por las fuerzas de la luz en contra de las de la oscuridad. Antes que ese momento llegue, hay algunas cosas muy importantes que deben completarse para que Cristo lleve a Su pueblo a un lugar seguro donde puedan estar a salvo cuando los vientos de conflicto se liberen sobre el mundo.

“Cuatro ángeles poderosos retienen los poderes de esta tierra hasta que los siervos de Dios sean sellados en sus frentes. Las naciones del mundo están ávidas por combatir; pero son contenidas por los ángeles. Cuando se quite ese poder restrictivo, vendrá un tiempo de dificultades y angustia. Se inventarán mortíferos instrumentos bélicos. Barcos serán sepultados en la gran profundidad con su cargamento viviente. Todos los que no tienen el espíritu de la verdad se unirán bajo el liderazgo de agentes satánicos; pero serán retenidos hasta que llegue el tiempo de la gran batalla del Armagedón. Los ángeles están rodeando el mundo, rechazando los reclamos supremacistas de Satanás, manteniendo a sus ejércitos a raya hasta que el sellado del pueblo de Dios culmine… El Señor es refugio para todos los que confían en Él. Les pide que se resguarden en Él solo un momento, hasta que la indignación haya pasado. Pronto saldrá de Su lugar para castigar al mundo por su iniquidad.” 7BC 967.

“En las últimas escenas de la historia terrestre, se librará una guerra. Los poderes del mal no abandonarán el conflicto sin luchar, pero la Providencia tiene un rol que asumir en la batalla del Armagedón. El capitán de las huestes del Señor estará a la cabeza de los ángeles celestiales para dirigir la batalla.” Mar 297.

“Todo en el mundo está alterado. Las naciones se han airado y se realizan grandes preparativos para la guerra. Una nación conspira contra otra y un reino contra otro. El gran día de Dios se apresura rápidamente. Pero aunque las naciones alistan sus fuerzas para la guerra y el derramamiento de sangre, todavía está en vigencia la orden dada a los ángeles de que retengan los cuatros vientos hasta que los siervos de Dios sean sellados en sus frentes.” 7BC 968.

“Justo antes que entrásemos (al tiempo de tribulación), todos recibimos el sello del Dios viviente. Entonces vi que cuatro ángeles dejaban de contener los cuatro vientos. Vi hambruna, pestilencia, naciones alzando sus espadas en contra de las otras y todo el mundo estaba confundido.” 7BC 968.

“Solo queda un momento del tiempo. Pero si bien ya se están levantando nación contra nación y reino contra reino, aún no hay un conflicto general, pues los cuatro vientos aún están contenidos hasta que los siervos de Dios sean sellados en sus frentes, entonces los poderes de la Tierra presentarán sus fuerzas para la gran batalla final.” 6T 14.

“Los ángeles están hoy reteniendo los vientos de contienda, hasta que el mundo sea advertido acerca de su inminente destrucción; pero se está preparando una tormenta, que se va a desencadenar sobre la tierra, y cuando Dios ordene a sus ángeles que suelten los vientos, habrá una escena tal de lucha que ninguna pluma la puede describir.” Ed. 179, 80.

¿No es Dios bueno al contener los vientos de conflicto un poco más como para darle a Su pueblo el tiempo para prepararse? Pero se aproxima el momento cuando el tiempo de preparación se habrá agotado y Cristo se quitará Sus túnicas intercesoras y se colocará Sus túnicas de venganza. Aquí es cuando la batalla del Armagedón comenzará. El foco de esta batalla no es los seres humanos. Es la batalla final entre Cristo y Satanás por la supremacía. Vendrá luego que el pueblo de Dios esté resguardado a salvo bajo la sombra de Sus alas en el Lugar Santísimo. Sus pecados han sido perdonados y eliminados y sus vidas están en completa armonía con Cristo. Pero los que escogieron el reino de las tinieblas y están de acuerdo con su posición y mentiras serán castigados y destruidos junto con el líder que eligieron.

“Se acerca una tormenta, con furia implacable. ¿Estamos listos para enfrentarla? Los peligros de los últimos días pronto estarán sobre nosotros. Ya llegaron. Necesitamos ahora la espada del Señor para cortar la propia alma y médula de los deseos, apetitos y pasiones carnales… Los pensamientos deben centrarse en Dios. Ahora es el tiempo para hacer nuestro esfuerzo más sincero para vencer las tendencias naturales del corazón carnal.”

“Nuestro esfuerzo, nuestra auto negación, nuestra perseverancia deben ser proporcionales al infinito valor del objeto en pos del cual vamos. Solo venciendo como Cristo lo hizo alcanzaremos la corona de la vida.” 8T 315.

 

La pregunta que yace ahora frente a nosotros es: ¿Cómo vencemos como lo hizo Cristo? Él debe convertirse en un íntimo amigo nuestro para que podamos escuchar Su voz hablándole a nuestros corazones en todo momento del día y la noche. Debe ser nuestra Guía y constante Compañía. Debemos rendirnos en todo aspecto de nuestras vidas a las obras del Espíritu Santo. El principal objetivo de nuestras vidas debería ser conocer a Cristo y dejar que nos guíe. No puede ser “un poco del mundo y un poco de Cristo.” Él no aceptará un corazón dividido, pues no es entonces el Señor de nuestras vidas. No puede convivir con Su enemigo, el diablo. Si intentamos seguir así y conservar lo que creemos es lo mejor de ambos mundos, lo perderemos todo. No podemos ser sellados hasta que todo en nuestras vidas esté en armonía con Cristo. Podremos entonces encarar al enemigo con la armadura completa y alcanzar la victoria sobre la bestia y su imagen al final de los tiempos. Con Cristo al timón de nuestras vidas, tendremos todo lo que necesitemos, pues Él siempre le provee a los Suyos.

Antes de la inserción de pecado en el corazón de Lucifer en el Cielo, él tenía la posición más alta posible de todos los seres creados en la montaña sagrada de Dios. Los que triunfen sobre las mentiras del diablo y permanezcan en contra de las tentaciones del pecado, ocuparán el puesto de Satanás en la montaña sagrada del Cielo, pero primero debemos estar espiritualmente en la montaña sagrada de Dios mediante una conexión íntima con Él allí.

“Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado en la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo. Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra, en el monte de Sion, a los lados del norte, La ciudad del gran Rey. En sus palacios Dios es conocido por refugio”. Salmos 48:1-3.

“Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán; me conducirán a tu santo monte, y a tus moradas.” Salmos 43:3.

“Nos acordamos de tu misericordia, oh Dios, en medio de tu templo. Conforme a tu nombre, oh Dios, así es tu loor hasta los fines de la tierra; de justicia está llena tu diestra.

Se alegrará el monte de Sion; se gozarán las hijas de Judá por tus juicios. Andad alrededor de Sion, y rodeadla; contad sus torres. Considerad atentamente su antemuro,

Mirad sus palacios; para que lo contéis a la generación venidera. Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; él nos guiará aún más allá de la muerte”. Salmos 48:9-14.

“Exaltad a Jehová nuestro Dios, y postraos ante su santo monte, porque Jehová nuestro Dios es santo.” Salmos 99:9.

La montaña sagrada de Dios siempre fue el foco de atención y adoración para el verdadero pueblo de Dios, pero llegará un momento especial antes que Cristo vuelva en el que el Santuario se comprenderá y exaltará más que en ningún otro momento de la historia mundial. Ese será el momento del fin justo antes de la venida de Cristo.

“Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Venid, oh casa de Jacob, y caminaremos a la luz de Jehová”. Isaías 2:2, 3, 5

 

Una razón muy importante por la que Dios quiere que el Santuario se entienda y experimente por la última generación que vivirá para ver a Cristo venir es el lugar de refugio durante el tiempo de tribulación en el cual el pueblo de Dios estará a salvo. Aunque no estarán allí físicamente, lo estarán en espíritu. Habrán llegado a un acuerdo completo con Dios en todo aspecto y sus mentes se habrán sellado y llenado con el Espíritu Santo para que los ángeles de Dios tengan todo el permiso de protegerlos durante el tiempo de tribulación cuando la batalla final entre Cristo y Satanás ocurra. Sin esta vital conexión entre la Tierra y el Cielo, nadie podría resistir. Debido a que el pecado está en desacato con Dios, todo rastro del problema del pecado debe ser removido para que Dios proteja a Su pueblo cuando salga del Santuario a castigar a la gente de la Tierra por sus pecados y rebeliones.

¿Cómo alcanzará el pueblo de Dios esta condición inmaculada y de perfecto acuerdo y armonía con Dios antes del cierre de gracia? Participando con Cristo en la culminación de la obra en el Lugar Santísimo mientras purifica a Su pueblo de todo pecado y hace la expiación final por todos los que conscientemente cooperan con Él a diario y en todo momento y así pueda purgar el registro de sus pecados, tanto en sus mentes como en los libros celestiales. Mediante este proceso purificador, el pueblo de Dios será trasladado al lugar de refugio (ver Salmos 91) al que Dios se refiere en Isaías 26:20-27:6:

“(Vengan, VRS), Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación. Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos.”

“En ese día, el Señor castigará con Su espada, con Su gran, feroz y poderosa espada a Leviatán, la serpiente deslizante, Leviatán, la serpiente enrollada, sacrificará al monstruo marino. En ese día, ‘Canten de un viñedo fructífero: Yo, el Señor, lo cuido, lo riego continuamente. Lo guardo día y noche para que nadie pueda dañarlo; dejen que vengan a Mí para refugiarse; déjenlos hacer la paz conmigo, déjenlos hacer la paz conmigo.’ En los días venideros Jacob echará raíces, Israel florecerá y llenará de frutos a todo el mundo.”

Observen que el propósito de esta batalla final es destruir a Satanás, la serpiente y a su reino terrenal. Entonces Dios sacará a Sus fieles del arca segura donde estuvieron bajo Su protección e igual que Noé y su familia fueron extraídos del arca luego de la destrucción de los inicuos, del mismo modo el pueblo de Dios llenará el mundo con los frutos de la santidad y rectitud. En este texto, Dios espera la nueva Tierra, que será creada luego de la destrucción de Satanás, sus ángeles y todos los inicuos en el lago de fuego al final del milenio.

“Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió.… Si el nombre de alguno no estaba escrito en el libro de la vida, era arrojado al lago de fuego.” Apocalipsis 20:7-9, 15.

 

¿No es sorprendente que incluso después de mil años de prisión en la Tierra desolada, Satanás no haya hecho un cambio en su corazón y cuando sus seguidores sean resucitados, se le unirán para la batalla final en la montaña y avanzarán para intentar tomar la Ciudad Santa, donde Dios tiene Su trono y a Su pueblo a salvo del poder del diablo para hostigarlos y tentarlos. Esta última batalla es necesaria para que el universo vea que nada puede cambiar un corazón pecaminoso una vez que se apartó por completo del Dios viviente y Sus principios.

Satanás sabe esto y está haciendo cada esfuerzo en estos últimos momentos de la historia para engañar al pueblo de Dios y hacerles creer que la obra de transformación del corazón es limitada aquí en la Tierra y que la restauración total a la pureza e impecabilidad completa no ocurrirá sino hasta que Cristo venga y remueva nuestra naturaleza carnal. Si esto fuese verdad, Satanás reclamaría ante el universo que Dios fue injusto con él y sus ángeles cuando, luego de haber sido expulsados del Cielo, pidieron volver en cualquier nivel y ser restaurados al agrado de Dios. Dios sabía que esto les sería imposible en ese punto, pues sus corazones ya se habían volcado a hacer el mal y el núcleo interno de su ser se había destruido más allá del punto de recuperación. Así ocurrirá con los inicuos del final de los tiempos. Escogieron rechazar el llamado al arrepentimiento del Espíritu Santo para así recibir la restitución en todo aspecto de su vida y al final el Espíritu de Dios no hallará entrada por la que pueda influenciarlos.

Por esta razón es que Dios debe tener un remanente purificado al final de los tiempos para mostrar que el problema del pecado puede ser removido por completo de cualquier persona que coopere totalmente con Cristo en el proceso de purificación del pueblo de Dios que tiene lugar al final de Su ministerio en el Santuario celestial.

¿Escogerán estar entre los que no le guardan nada a Cristo cuando llegue a sus corazones y pida entrar y establecer Su trono allí? ¿Le permitirán purificarlos de toda escoria, engaño y simpatía por Satanás? Si es así, serán recompensados por toda la eternidad con el derecho de morar para siempre en la ciudad de Dios en la montaña santa, tanto en la Nueva Jerusalén en el cielo como en la nueva Tierra cuando descienda para convertirse en la capital del universo.

“Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas!’” Apocalipsis 21:1-5.

“Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento. Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor… porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos… Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová.” Isaías 65:17-25.