1.) La Etiología y Sanación de los Problemas de Raíz

Desde la caída de Adán y Eva, la humanidad entera ha estado bajo la ley de la herencia. Esto significa que nuestros pensamientos, vida espiritual, cuerpos físicos y nuestra herencia también están caídos y por tanto defectuosos en varios niveles. Esta verdad es reconocida en toda la Biblia y el Espíritu de Profecía. Por tanto en este estudio mencionaré una variedad de citas de varias fuentes para ayudarnos a comprender mejor cómo nos ha afectado el problema del pecado y cómo lidiar con eso de acuerdo a la inspiración y a recientes estudios científicos que respaldan nuestra desesperada necesidad por el remedio para el pecado que Cristo nos provee.

“Hay una nueva ciencia que debería hacer que el mundo Cristiano, especialmente los Adventistas del Séptimo Día se den cuenta. La investigación epigenética existe desde hace unos 16 años y ha revelado que la frase del segundo mandamiento en Éxodo 20:5 que dice: ‘Visitando la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación’ es un hecho científico.”

“A través de  su investigación epigenética en el Laboratorio Resslers de la Universidad Emory en Atlanta, Brian Dias descubrió que las cosas que experimentamos, las decisiones que tomamos, lo que pensamos y cómo lo hacemos las heredan misteriosamente nuestros hijos a través del ADN.”

“Dias también descubrió que esos rasgos de carácter se transmiten hasta la tercera y cuarta generación. Observó que cada elección, cada proceso de pensamiento que él y su esposa hicieron afectaría a los hijos que tendrían; las elecciones en sus vidas afectarían a su descendencia más allá de su existencia. Al leer cuidadosamente lo que él y otros han escrito, uno se da cuenta que los caracteres de los hijos no solo son moldeados por lo que ven hacer a sus padres y a los demás, sino también por lo que heredan a través de la epigenética parental.”

“Esta investigación también revela que las elecciones espirituales que tomamos, como ir a la iglesia, llegar a tiempo, fidelidad a guardar el Sábado y diezmar, de alguna manera son transmitidas a nuestros hijos y más allá. La pregunta que todos debemos responder es: ¿Qué les estoy dejando para la posteridad?”

“(Elena) White dice de algunos niños: ‘Heredaron el carácter defectuoso de sus padres y la disciplina del hogar no ha ayudado en la formación del carácter adecuado.’ CT 192.

“Pero la buena nueva es que no estamos atrapados con nuestra herencia epigenética. Si amamos a Dios lo suficiente como para confiar en Él como para obedecerlo, podemos reclamar las promesas de Su Biblia que nos dicen que Dios ‘puede santificarnos por completo’ (1ra. Tesalonicenses 5:23-24), que Dios ‘puede perfeccionarnos’ (Judas 24) ante Su trono. Dios verdaderamente es grandioso y tiene la gracia para con nosotros.”

Pastor Wallace Frost, Visitante de la Unión de Columbia, Septiembre de 2016, p. 13.

Con esta información científica, consideremos algunas citas de la Escritura y del Espíritu de Profecía que nos dicen que debemos darnos cuenta tanto del problema como la solución y cooperar con Dios en la purificación no solo de los pecados actuales que nos plagan, sino de los pecados y las tendencias que heredamos que fueron transmitidas a nosotros y aún están vigentes en nuestras vidas.

“Incluso antes del nacimiento de un niño, deben comenzar los preparativos que le permitirán dar la buena batalla contra el mal. Especial responsabilidad recae sobre la madre. Ella de cuyo torrente sanguíneo se nutre el niño y del cual se constituye su forma física, le imparte también influencias mentales y espirituales que tienden a formar la mente y el carácter… El efecto de las influencias prenatales es considerado por los padres como cosa efímera, pero el Cielo no lo piensa así… El bienestar del niño se verá afectado por los hábitos de la madre… Si, antes del nacimiento de éste [su hijo], la madre procura complacerse a sí misma, si es egoísta, impaciente e imperiosa, estos rasgos de carácter se reflejarán en el temperamento del niño. Así se explica que muchos hijos hayan recibido por herencia tendencias al mal que son casi irresistibles. Pero si la madre se atiene invariablemente a principios rectos, si es templada y abnegada, bondadosa, apacible y altruista, puede transmitir a su hijo estos mismos preciosos rasgos de carácter …”

“Ayude el marido a su esposa con su simpatía y cariño constante. Si quiere que se conserve lozana y alegre, de modo que sea como un rayo de sol en la familia, ayúdele a llevar sus cargas. La bondad y la amable cortesía que le demuestre serán para ella un precioso aliento, y la felicidad que sepa comunicarle allegará gozo y paz a su propio corazón. El marido y padre que sea melancólico, egoísta y déspota, no solo es infeliz él mismo, sino que proyecta esa penumbra sobre los que viven con él. Cosechará los resultados al ver a su esposa desanimada y enfermiza y a sus hijos con su propio temperamento desgarbado.” MH 371-5.

“El padre debería tener en mente que el trato hacia su esposa antes del nacimiento de sus hijos afectará materialmente la disposición de la madre durante ese período y tendrá mucho que ver con el carácter desarrollado por sus hijos después de nacidos.” 2 SM 428.

“Es inevitable que los hijos sufran las consecuencias del mal proceder de los padres, pero no son castigados por la culpa de los padres, salvo que participen en sus pecados. Es frecuente el caso en que los niños siguen los pasos de sus padres. Por herencia y ejemplo los hijos se vuelven partícipes de los pecados del padre. Tendencias incorrectas, apetitos pervertidos y morales distorsionadas al igual que enfermedades físicas y degeneración se transmiten como un legado de padres a hijos hasta la tercera y cuarta generación. Esta terrible verdad debería tener un poder solemne de persuadir a los hombres para que no tomen el camino del pecado.” PP 306.

“Jehová descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de Jehová. Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: !Jehová! !Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.” Éxodo 34:5-7.

“Y no podréis resistir delante de vuestros enemigos. Y los que queden de vosotros decaerán en las tierras de vuestros enemigos por su iniquidad; y por la iniquidad de sus padres decaerán con ellos. Y confesarán su iniquidad, y la iniquidad de sus padres, entonces se humillará su corazón incircunciso, y reconocerán su pecado. Entonces yo me acordaré de mi pacto con Jacob, y asimismo de mi pacto con Isaac, y también de mi pacto con Abraham me acordaré, y haré memoria de la tierra”. Levítico 26:37-42.

“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él..” Proverbios 22:6.

“Los hijos son el blanco perfecto para el enemigo pues no son sujetos de gracia. No han experimentad el poder purificador de la sangre de Cristo. Los ángeles malignos tienen acceso a estos niños y algunos padres no les prestan atención y no les ponen preparo. Los padres tienen un gran trabajo que hacer acerca de esto al corregir y dominar a sus hijos para llevarlos ante Dios y reclamar Su bendición sobre ellos. Mediante esfuerzos fieles e incansables y la bendición de la gracia rogada a Dios sobre los niños, el poder de los ángeles malignos se rompe, se derrama una influencia santificadora sobre los niños y el poder de las tinieblas cede.” CT 118.

“He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.” Salmos 51:5.

“Pero tú eres el que me sacó del vientre; El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.  Sobre ti fui echado desde antes de nacer; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.” Salmos 22:9, 10.

Nota: Salmos 22 es un Salmo usado por Cristo acerca de Sí mismo cuando estaba colgando en la cruz.

“Se apartaron los impíos desde la matriz; se descarriaron hablando mentira desde que nacieron. Veneno tienen como veneno de serpiente; son como el áspid sordo que cierra su oído, que no oye la voz de los que encantan, por más hábil que el encantador sea.” Salmos 58:3-5.

 “No será nombrada para siempre la descendencia de los malignos. Preparad sus hijos para el matadero, por la maldad de sus padres.” Isaías 14:20, 21.

Nota: ¿Esto significa que Dios castigará a la gente por los pecados de sus antepasados así no hayan participado de ellos? No. Dios es misericordioso y justo y es solo cuando participamos continuamente en los pecados de nuestros antepasados que seremos castigados por eso.

“Si dijereis: ¿Por qué el hijo no llevará el pecado de su padre? Porque el hijo hizo según el derecho y la justicia, guardó todos mis estatutos y los cumplió, de cierto vivirá. El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él. Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todos mis estatutos e hiciere según el derecho y la justicia, de cierto vivirá; no morirá… apartándose el impío de su impiedad que hizo, y haciendo según el derecho y la justicia, hará vivir su alma. Porque miró y se apartó de todas sus transgresiones que había cometido, de cierto vivirá; no morirá.” Ezequiel 18:19-21; 27, 28.

 “Muchos tienen que batallar en contra de fuertes tendencias hereditarias al mal. Ansias antinaturales e impulsos sensuales fueron su herencia al nacer. Esto debe evitarse cuidadosamente. Por dentro y por fuera, el bien y el mal luchan por el dominio. Los que nunca pasaron por tal experiencia no pueden conocer el casi abrumador poder del apetito o la fiereza del conflicto entre los hábitos de la auto indulgencia y la determinación a ser temperante en todas las cosas. Una y otra vez debe librarse la batalla. Muchos que se acercan a Cristo no tendrán el coraje moral para continuar luchando contra el apetito y la pasión, pero la persona no debe desalentarse por esto… Recuerden que no trabajan solos; hay ángeles que ministran unidos en servicio con cada hijo de Dios con corazón sincero.” MH 173, 4.

Así ven, Dios ha provisto para toda eventualidad en la vida humana. Gracias a Su graciosa misericordia, no existe ninguna alma más allá de la salvación si cooperan con Dios en la restauración de sus almas que es posible mediante Cristo. Pero la triste realidad es que en proporción son pocos los que aprovecharán las provisiones de Dios para su restauración y salvación. Hoy en día la mayoría de Cristianos cree y enseña que incluso renaciendo, pecarán hasta que Cristo vuelva, ¿pero es esto acorde a la Escritura? Tristemente muchos se perderán esperando y creyendo que se salvarán. Así que déjennos considerar el camino de salvación que con tanta gracia se nos ha brindado:

“Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.” Judas 24-25.

 “El remanente de Israel no hará injusticia ni dirá mentira, ni en boca de ellos se hallará lengua engañosa.” Sofonías 3:13.

 “En Jehová será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel.” Isaías 45:25.

““Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente... Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios”. Apocalipsis 14:1; 4, 5.

“’En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, la maldad de Israel será buscada, y no aparecerá; y los pecados de Judá, y no se hallarán; porque perdonaré a los que yo hubiere dejado’”. Jeremías 50:20.

 “Es solemne morir, pero más solemne es vivir. Cada pensamiento, palabra y obra de nuestras vidas nos encontrarán de nuevo. Lo que hacemos de nosotros mientras no se haya cerrado la gracia, así debemos permanecer por toda la eternidad. La muerte disuelve al cuerpo, pero no cambia el carácter. La venida de Cristo no cambia nuestros caracteres, solo los arregla para siempre más allá de todo cambio.” 5T 466.

““Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra… Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.” Apocalipsis 22:10-14.

 “No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.” Apocalipsis 21:27.

“Todo el pueblo de Dios debería acercarse a Él y lavar sus túnicas de carácter en la sangre del Cordero.” 3T 324.

“Vi una cubierta que Dios estaba colocando sobre Su pueblo para protegerlos en el tiempo de tribulación y toda alma que se decidió por la verdad y que era pura de corazón fue cubierta con el manto del Todopoderoso.” EW 43.

¿Qué debemos hacer para purificar las túnicas de nuestro carácter antes del cierre de gracia? Es importante entender el significado de la palabra “carácter”. No se refiere a nuestro comportamiento. Carácter significa nuestra vida de pensamiento interno. Es aquí que el pecado comienza, derivando en nuestro comportamiento externo y es aquí que la purificación de nuestras vidas debe ocurrir.

“Si un hombre ha de hacerse inmortal, su mente debe estar en armonía con la de Dios.” Prueba del Comportamiento Sexual, p. 116.

“La santidad es ser acorde a Dios.” 5T 743.

“La ley de Dios alcanza los sentimientos y motivos, al igual que los actos externos.” 5BC 1085.

“Los pensamientos y sentimientos combinados constituyen el carácter moral.” 5T 310.

“Pocos se dan cuenta que es su deber controlar sus pensamientos e imaginaciones.” OHC 111.

“En la resurrección, cada hombre tendrá su propio carácter (pensamientos y sentimientos).” 6BC 1093.

“A través de los defectos del carácter (pensamientos y sentimientos), Satanás trabaja para ganar el control total de la mente.” GC 489.

“Ángeles de Dios a diario colocan en los libros celestiales una representación exacta del carácter (pensamientos y sentimientos) de cada ser humano.” 7BC 987.

“Pero antes de ese momento (la segunda venida), todo lo que sea imperfecto se verá y apartará. Toda envidia, celo, sumisión al mal y cada plan egoísta habrá sido erradicado de la vida.” 3 SM 427.

“Los que se aferren a su fe hasta el fin saldrán del horno de las pruebas purificados siete veces… Recuerdan que hay Uno vigilando cada movimiento para ver cuándo la última partícula de escoria se purga de sus caracteres (pensamientos y sentimientos).” UL 292.

“Si el ojo se mantiene sobre Cristo, la obra del Espíritu no cesará hasta que el alma sea conforme a Su imagen.” DA 302.

“Puede llevar tiempo lograr la perfecta sumisión a la voluntad de Dios, pero nunca debemos dejar de perseguirlo y ser aptos para el cielo.” 3T 538.

“Cristo… cargaría con la pena de la transgresión a la ley de Dios, no para darle al hombre la libertad de seguir pecando, sino para quitar su inclinación a pecar, para que no deseasen transgredir.” Instructor de la Juventud 6/4/99.

“No hay un impulso de nuestra naturaleza, ni una facultad de la mente o una inclinación del corazón, pero debe haberla, en todo momento, bajo el control del Espíritu de Dios.” MYP 62.

“El Espíritu Santo busca morar en cada alma. Si es bienvenido como un invitado de honor, esas personas que lo reciban serán completadas en Cristo. La buena obra comenzada será culminada; los pensamientos sagrados, las afecciones celestiales y las acciones similares a Cristo tomarán el lugar de los pensamientos impuros, sentimientos perversos y actos rebeldes.” CH 561.

“Satanás y sus ángeles malignos están vigilando toda avenida que conduce al corazón humano, buscando forzar a nuestras almas a aceptar sugerencias maligna… A menos que dependamos de un poder externo y superior a nosotros mismos, el enemigo tendrá éxito en completar nuestra ruina. Pero al emular a Cristo, estudiar Su vida y carácter, proponiéndonos honestamente ser como Él, nuestras mentes se equilibrarán en la dirección correcta para que podamos vencer al egoísmo y escoger un camino de rectitud.” SD 159.

“Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.” Filipenses 1:9-11.

Así ven, la Biblia y el Espíritu de Profecía exponen claramente que la perfección del carácter (pensamientos y sentimientos) es imperativa para los que deseen vivir para ver la venida de Cristo. A los Cristianos de todos los tiempos se les requería conocer a Cristo y tener una relación personal con Él, luchando para ser como Él con el poder del Espíritu Santo, para recibir y mantener la salvación. Pero ellos no conocieron todo del plan de salvación y nuestro rescate total de las mentiras del enemigo, hasta que Cristo pasó al Lugar Santísimo para perfeccionar y preparar a un pueblo para Su venida. Somos ese pueblo y no podemos basar la experiencia que se nos requiere sobre la de los que vivieron en el pasado. La obra de salvación debe culminar ahora en la generación final. ¿Estamos dispuestos a estar entre los que recorramos todo el camino con Cristo? Para eso debemos ser como Enoc, que fue traspuesto sin ver muerte. Elena White dice de él:

“Podemos tener lo que tuvo Enoc. Podemos tener a Cristo como nuestra constante compañía. Enoc caminó con Dios y cuando fue atacado por el tentador, habló con Dios al respecto. Él no tenía el ‘escrito está’ como lo tenemos nosotros, pero sabía que tenía compañía celestial. Hizo a Dios su consejero y era muy cercano con Cristo. Enoc fue honrado en este camino. Fue traspuesto al cielo sin ver muerte y los que sean traspuestos al final de los tiempos son los que comulgan con Dios en la Tierra. Los que ponen de manifiesto que su vida es con Cristo en Dios, que siempre Lo representarán en sus prácticas cotidianas. El egoísmo será cortado de raíz.” 1BC 1087.

“Refiéranle cada pensamiento y acción, preguntando: ‘¿Es este el camino del Señor?’ Si lo hiciéramos, caminaríamos con Dios tal como lo hizo Enoc.” 6T 393.

“¿Cómo Enoc caminó con Dios? Adiestró su mente y corazón para siempre sentir la presencia de Dios y cuando dudaba, sus oraciones ascenderían ante Dios para que lo resguardara, para que le enseñara Su voluntad. Su oración era: ‘¿Qué debo hacer para honrarte, Dios mío?’ ST 29/12/87.

“Podemos hablar con Cristo a medida que recorremos el camino, Él dice: ‘Estoy a tu diestra.’ Podemos comulgar con Dios en nuestros corazones, podemos caminar en compañía de Jesucristo.” ML 16.

“Mantengan los ojos en Cristo, preguntándose a cada paso que den: ‘¿Este es el camino del Señor?’ Él no dejará que nadie que haga esto se convierta en blanco de la tentación de Satanás.” TD 284.

“A través de una conexión con Él podemos alcanzar la perfección.” COL 330.

“Manteniéndonos a Su lado y comulgando con Él nos volveremos como Él.” TD 96.

“Cuando esta intimidad de conexión y comunión se alcance, nuestros pecados descansarán sobre Cristo. Su rectitud se nos impartirá.” MLT 11.

“Mantengan la consciencia tierna para que puedan escuchar hasta el menor susurro de la voz que habla como nunca habló ningún hombre.” MLT 322.

“La comisión de un pecado conocido acalla la voz testigo del Espíritu y separa el alma de Dios.” GC 472.

“El Espíritu de Dios debería tener total control e influencia sobre toda acción.” CD 119.

“No podemos ni por un momento separarnos de Cristo sin ponernos en peligro.” MYP 115.

“Mientras más cerca estemos de Dios, más a salvo estaremos, pues Satanás odia y le teme a la presencia de Dios.” 7BC 937.

“Si un hombre no le abre la puerta de su corazón a Jesucristo y comulga con Él, los agentes satánicos comulgarán con él.” TD 332.

“Sin un consentimiento personal con Cristo ni continua comunión, estamos a merced del enemigo y obedeceremos sus designios al final.” DA 324.

“Dice el profeta: ‘¿Quién podrá soportar el día de Su venida? ¿Y quién seguirá de pie cuando aparezca? Porque Él es como el fuego de un refinador y como jabón de lavandero y se sentará como refinador y purificador de plata y purificará a los hijos de Leví y los purgará como oro y plata para que puedan hacerle al Señor una ofrenda de rectitud.’ (Malaquías 3:2, 3). Los que vivan en la Tierra cuando la intercesión de Cristo termine en el Santuario celestial, deben estar a la vista de un Dios santo sin un mediador. Sus túnicas deben ser inmaculadas, sus caracteres deben estar limpios de pecado por la sangre rociada. A través de la gracia de Dios y su propio esfuerzo diligente, deben ser conquistadores en la batalla contra el mal. Mientras el juicio investigativo avance en el cielo, mientras los pecados de los penitentes creyentes se estén removiendo del Santuario, habrá una obra especial de purificación, de apartar el pecado de entre el pueblo de Dios en la Tierra. Esta obra se presenta más claramente en los mensajes de Apocalipsis 14.”

“Cuando esta obra se haya completado, los seguidores de Cristo estarán listos para Su aparición.” GC 425.

¿Están listos para participar con Cristo en esta obra especial de purificación que está llevando a cabo ahora mismo en la culminación de Su trabajo mediador en el Lugar Santísimo del Santuario celestial? De ser así, debes examinar cuidadosamente tu corazón, pensamientos y sentimientos a diario y pedirle a Cristo que te perdone por tus pensamientos y sentimientos pecaminosos y que te purifique y coloque en ti Sus propios pensamientos y sentimientos puros y santos. Esta es la obra que Él está haciendo ahora mismo con los que le permiten trabajar en sus corazones.

Pero pronto la puerta del Lugar Santísimo del Santuario celestial se cerrará y Cristo saldrá para derramar las siete plagas finales sobre aquellos que ignoraron la invitación del Espíritu a ser uno con Él. ¿Estás dispuesto a apartar las cosas del mundo que son tan atractivas y cautivadoras? Ellas serán tu ruina y las causantes de la pérdida de tu salvación si aprecias las cosas de este mundo que han generado en tu mente pensamientos y sentimientos que no son acordes a la mente de Cristo. Que nada nos separe de una continua caminata con Cristo. Entonces podremos decir con Pablo:

“Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.” 1ra. Corintios 2:16

 (Para un estudio más profundo, ver Romanos 8).

“Pon todo tu ser en manos del Señor, alma, cuerpo y espíritu y resuelvan ser Su amado y consagrado agente, movidos por Su voluntad, controlados por Su mente, infundidos por Su Espíritu – entonces verán las cosas celestiales con claridad.” SD 105.

“Si luchan humildemente para entender lo que es la mente de Cristo, no quedarán en tinieblas. Cristo dice: ‘El que me sigue, no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.’” 7BC 903.

“Doquiera un alma busque a Dios, allí se manifestará la obra del Espíritu y Dios mismo se revelará ante esa alma.” MLT 46.

En el día del juicio final no tendremos excusa si ignoramos la firme vocecita del Espíritu Santo que viene a cada uno de nosotros de parte de Cristo, invitándonos a abandonar los pecados de la carne y los pensamientos y sentimientos del mundo, la carne y el diablo y de nuestra herencia y las prácticas de nuestras vidas anteriores. Si nos entregamos por completo a Cristo, nos hará fieles representantes de Su carácter – Sus pensamientos y sentamientos con respecto a todo lo que encontremos. ¡Qué vida de paz y descanso es esta! ¡Vale la pena todo para hacer esta caminata y recibir esta amistad de Cristo! Amigo, ¡no pospongas esta decisión ni un día más! Entrégale por completo tu corazón a Cristo y experimenta una vida de dicha, paz y descanso en Él que asegurará tu éxito hasta Su venida. ¡Amén!

 

Artículo por Carol Zarska, MAR, escritora.